Pues sí donde estén los pueblos que se quiten otras muchas cosas. Y más tratándose de fiestas patronales, de esas que vienen de año y vez al llegar el estío.
Me admira y alegra que los aficionados estén haciendo largas colas para adquirir un billete o un abono, una entrada, para Gijón o Bilbao a fin de presenciar sus ferias taurinas. Aquella ciudad asturiana recuperando la Feria de Begoña y esta el «aste nagustia», aunque tratándose de toros el ilustrísimo señor alcalde de Bilbao haya obviado en el programa cualquier referencia a los toros en el coso bilbaíno de Vista alegre. Y eso lo hace un alcalde de los que militan por el llamado partido nacionalista vasco que para eso se pintan que ellos son muy rectos, sanos, puros y perfectos y no admiten el maltrato, aunque más bien sería que no admiten nada que huela a español.
Este alcalde como otros militantes en partidos de izquierda y nacionalistas eliminan toda referencia a los toros porque para eso ellos sí son modernos y europeos no como los bárbaros de Tordesillas que alanceaban un toro al llegar septiembre en un tradición de siglos heredada de padres a hijos, incardinada en un rito genuino y propio o estos otros de los pueblos hispanos que corren toros ensogados o de fuego.
Pues para todo eso hay remedio y del bueno. En esta semana empiezan las ferias, entre otras de Guijuelo, Roa de Duero, Vitigudino, Toro o Peñafiel y allí en esas localidades sigue el juego eterno del hombre con el toro. Por eso nada mejor que obviar donde prohíban y apoyar en donde acojan, pues a buen seguro la gente joven seguidora de toros por la calle, carreras y talanqueras de acogida, acudirá a estos pueblos a presenciar y participar activamente de sus fiestas patronales. También lo hará a otro centenar de pueblecitos más pequeños pero que también dan la medida de su tradición torera y taurina. Y si no, véase Ampudia, Villalpando, con las novilladas semifinales o Rueda, Pollos, San Román de Hornija, Villalar de los Comuneros, Serrada, Wamba… tan solo por la provincia de Valladolid para disfrutar y pasar un buen rato en otro lugar a mediados de agosto.
Y volviendo a Bilbao. No me extraña que digan los de Mundotoro « para el Ayuntamiento en el que manda Aburto, los toros y sus Corridas Generales no cuentan en el Programa de actos y festejos de la Semana Grande. Expulsados. Aburto, inmerso en la cultura de lo gratuito del pan y circo aprueba una pasta gansa para que todo el mundo esté en la calle por la patilla y le toque las palmas. Pero no hay ni un euro, ni un guiño, ni una atención medianamente democrática a las corridas de toros. Y ya dirá qué razón legal hay o qué moral o ética democrática hay para subvencionar al ciento por ciento casi todos los espectáculos y, no sólo no poner un clavel para los toros, sino negarle pan y sal«.
Por eso, yo me iré a los pueblos.
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