La alcaldesa de Cigales, Pilar Fernández Pastor, tuvo un bonito gesto y detalle al hacer entrega del obsequio con que su pueblo homenajeaba a Jorge Manrique tras sus XXV años de alternativa como matador de toros, llamando al escenario a quien fuera su mozo de espadas y hombre de confianza Gabriel Rodríguez «Cachichi» para que le entregara el regalo, junto a ella. Con un abrazo emotivo, Cachichi y Jorge se fundieron entre los aplausos del público y la emoción del momento, tras revivir recuerdos, anécdotas y nostalgias de su época como matador de toros.
En la mesa del Teatro las Peñuelas de Cigales, recientemente inaugurado, una pieza singular del arte de Talía, el Presidente de la Asociación de Caballistas la Dehesa, Carlos del Val, presentó el acto que concluirá mañana con la presencia de otro de los diestros vallisoletanos, Manolo Sánchez. Le acompañaba el presidente de la Peña Jorge Manrique de Rioseco, Chema Rueda y completaba el rejoneador de Calahorra Sergio Domínguez. Moderaba la mesa y presentó a los tertulianos Antonio Alonso.
Dos horas de coloquio, expuesto de forma amena y seguido con interés por el público cigaleño que conoció un poco más la vida y la obra taurina de este matador de toros riosecano, Jorge Manrique Estébanez, el hijo de Amancio»el Taca», popular hombre del toro de esta tierra, ya desaparecido.
En varios momentos de la intervención, el Presidente de la peña de Rioseco, seguidor impenitente de Jorge y conocedor junto con Carlos del Val de las faenas y apariciones toreras de Manrique por esas plazas españolas, fue quien puso la emotividad expresiva y sincera de sus recuerdos, moviendo en varias ocasiones a la hilaridad del público y produciéndole el esbozo de sonrisa en sus intervenciones.
Jorge Manrique ha sido torero, ganadero y gerente taurino de la plaza de Valladolid, además de Director del Museo vallisoletano junto a la plaza de toros, con lo que puede decirse que ha pasado por todos los estamentos de la fiesta. Conocedor a carta cabal de los problemas por los que atraviesa la fiesta de toros, trata de dar a la misma lo mejor de su vida y mejorarla dentro de sus posibilidades.
Tras este acto cultural, se sirvió un vino español para todos los asistentes, brindándose especialmente con clarete de Cigales, fresco y afrutado, con la colaboración de las Bodegas de Cigales las cuales han obsequiado con diversas botellas de vino a los contertulios de esta noche.
Cuando la noche echaba su manto de frío y silencio y más se precisaba capote para abrigarse, tras pasar por la augusta sombra, que se proyectaba en los tejados merced a los focos artificiales, de la señera y herreriana Iglesia de Santiago, regresamos, dejando atrás la traza de Diego de Praves, a nuestro origen en Tordesillas, no sin recordar al torero Jorge Manrique que vivió varios años aquí, entre nosotros a la vera del río Duero, y que dedicó un cuarto de siglo de su vida a los toros.
«… A hombros van los valientes, /torero y toro,/ es un juego de muerte,/ un juego todo./ Juegos de los chiquillos/ que hay en mi calle,/ que quieren ser toreros/ desde que nacen». ¡Gracias, maestro!
(Fotografías de José Salvador)
TROFEO AL ARTE DE CÚCHARES
Pese a la coincidencia en hora y día de otro acto taurino como fue la entrega del trofeo arte de Cúchares del Mesón Pedro en Herrera de Duero, hay que señalar aquí que Manolo Sánchez recogió en la localidad vallisoletana cercana a Tudela el trofeo que lo acredita como triunfador de la feria vallisoletana. Este galardón denominado al arte de Cúchares está instituido por el Mesón Casa Pedro y, como recordamos bien, el año pasado lo recibió el diestro alicantino Luis Francisco Esplá.
En este acto estuvo presente en representación de la Federación taurina de Valladolid, su Presidente Justo Berrocal.
En la fotografía de María Álvarez posan el matrimonio mecenas del trofeo y el galardonado Manolo Sánchez.
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