Los 24 alumnos participantes en la tercera edición del Taller Práctico de Tauromaquia para Aficionados, que se ha celebrado en la villa tudelana, ya pueden decir que han sentido en su propia piel la mezcla de emociones, nervios y sensaciones, que experimenta un matador de toros en el ruedo cuando el toro embiste sin miramientos.
Los veteranos diestros Andrés Vázquez y Santiago Castro ‘Luguillano’ han sido los maestros de esta ceremonia especial con la lidia de siete eralas que han ido saltando de los chiqueros a la arena y poniendo en aprietos a los aspirantes que con más o menos preparación, calidad, arte y decisión han demostrado con soberbios muletazos que ante todo tienen el valor suficiente para ponerse delante de las reses bravas.
El subalterno vallisoletano, Mario Campillo, ha estado siempre al quite recibiendo a las becerras y parándolas con el capote al igual que Felipe Romero, coordinador de este taller, organizado por el Centro de Tradiciones del Toro de Castilla y León, que pretende acercar el mundo de los toros a los aficionados. La iniciativa ha concluido con una comida de hermandad y la entrega de diplomas. “Mi valoración de esta edición no puede ser más positiva. Hemos incrementado el número de participantes y mantenemos un equilibrio entre nuevas incorporaciones y alumnos que quieren repetir experiencia. Agradezco a todos los profesionales del mundo del toro, ganaderos, empresarios, organizadores y toreros la acogida que a lo largo de estos ya tres años han dado a este taller de tauromaquia y su colaboración desinteresada”, comenta Romero.
Durante día en el que arrancó el taller de tauromaquia, los asistentes han practicado en sesiones intensivas de toreo de salón con las principales suertes del toreo y la preparación para torear una becerra en un tentadero de la mano del diestro vallisoletano José Miguel Pérez ‘Joselillo’, el propio Mario Campillo y el banderillero David Picón.
Todo el tema práctico en el coso tudelano se ha completado esta vez con coloquios y proyecciones de vídeos de faenas históricas en el restaurante El Albero para hablar y debatir de toros. “La elección de la sede en Tudela se debe al interés mostrado por los responsables del complejo hostelero El Albero que pusieron a nuestra disposición todas sus instalaciones y experiencia en la promoción y organización de eventos taurinos. La valoración realizada por los participantes ha sido muy favorable. Las clases en la plaza de toros nos han permitido ampliar el programa del curso incorporando la práctica de las suertes de banderillas y la realización de coloquios y tertulias”, destaca Felipe Romero, Concluyó diciendo que “en este momento estamos preparando nuevos proyectos que nos van a permitir dar mayor continuidad a nuestras actividades a lo largo del año y, por supuesto, que para el año próximo habrá sin duda una cuarta edición en la que nuevos aficionados podrán enfrentarse al desafío de aprender a torear”.
Texto y fotos: Javier Fernández. Tudela.
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