Desrazada y mansa toda la corrida de Cambronell Hermanos, bien presentada, terciada, excepto el sexto toro, bravo y noble, lidiada hoy en la apertura de la Feria de Íscar que, sin embargo, dio un exagerado y generoso triunfo a todos los espadas intervinientes: David Galván, oreja y dos orejas. Emilio Huertas, oreja y dos orejas y Javier Jiménez, oreja y dos orejas y rabo. El novillero local, Darío Domínguez, dos orejas en el eral que mató de la ganadería de Vellosino, bravo, jugado como séptimo de la tarde y propina del festejo. Media plaza escasa en tarde espléndida de luz y temperatura. Amenizó la corrida la Banda de Música de la Agrupación iscariense.
Todo triunfalismo no es excesivamente bueno, aunque tampoco sea malo, pero en aras de la verdad, esta tarde en Íscar los tres matadores han estado muy por encima del ganado lidiado. Cada uno de ellos con su arrojo, valentía y estilo pero los tres preparados, con ganas y soltura en el manejo de las telas y de los tiempos.
La corrida de apertura de la feria no traía figuras de relumbrón que son las que parece producen mejores entradas en el tendido por aquello que dicen que hay muchos espectadores que pagan su entrada y van a ver a ciertos toreros sin importarles demasiado los toros a lidiar. Estos tres toreros han sabido hoy captar la atención, dar muestra de su torería y hacer de tripas corazón cuando los animales que no dieron nunca sensación de peligro, se rajaban yéndose a la puerta de toriles a la querencia de mansos y descastados.
Por su parte el novillero local Darío Domínguez, a quien indicaba y dirigía el vallisoletano Manolo Sánchez desde el callejón, salió también por la puerta grande pese a fallar con la espada en la muerte del animal, tras pinchar, lograr una media y entera al tercer intento. Con el capote estuvo valeroso, al recibir al burel con una larga de rodillas y rematar sus tres lances con un remate de hinojos. Brindó a un muchacho llamado Raúl que asistía en silla de ruedas al festejo entre la ovación y el ánimo de sus paisanos. Darío toreó con demasiada distancia al del Vellosino, una eral bravo y noble, pero retrocede casi siempre tres pasos para atrás, con lo que la ligazón no es la adecuada y desaira el pase. Con la mano izquierda instrumentó algunos buenos naturales, con sitio y echándole al hocico la muleta, con cierto temple y hondura.
David Galván en el burraco primero, con los pies juntos empezó su faena en unos lances ajustados. Brindó al público y comenzó en el centro del platillo con dos pases cambiados y un buen remate ligado. Su faena con la derecha anduvo algo más deslavazada. Con la izquierda por naturales, templados y rematando por bajo con una trincherilla bonita. En los adornos finales recibió un achuchón sin importancia y tras pinchar sin soltar, logró al segundo intento una buena estocada entera que le valió la oreja.
En el cuarto de la tarde, que brindó a Espartaco, presente en el callejón estuvo muy encima del toro. Se le ve puesto y con idea claras. Cuando el toro se rajó y fue a toriles, allí le instrumentó una serie de naturales de cierta galanura y belleza. Tras un aviso, logró una estocada entera y recibió las dos orejas del ejemplar.
Emilio Huertas pechó con un castaño al que pareó estupendamente su peón José Otero Beltrán, debiendo desmonterarse y saludar al público. Huertas toreó bien con ambas manos hasta que el animal, podido, se rajó ostensiblemente. Una media que basta y oreja para el esportón del torero. En el quinto por aquello de no haberlo malo, instrumentó un quite por chicuelinas ceñidas y una media de remate extraordinaria. Pero en la faena de muleta se vio el toreo como una tarea sin riesgo, sin emoción alguna, sin peligro, por la bondad de los animales lidiados. Pinchazo sin soltar y estocada y dos orejas para el esportón.
Y Javier Jiménez, el rubio torero de Espartinas tuvo en sus manos el mejor toro del encierro y lo aprovechó. Javier Jiménez que brindó su primer toro a Espartaco estuvo siempre firme, muy bien en el toque, colocado, sin pestañear ni retrasar la muleta en el cite, llevándolo toreado hasta terminar el muletazo y la serie. Una estocada infame, defectuosa, caída, desprendida, casi, casi un golletazo a poco que se le hubiera ido la mano tiró al de Cambronell hermanos por tierra, recibiendo una oreja. Pero Jiménez sacó su gracia torera ante el sexto de la tarde, el mejor del encierro, bravo y noble. Poderoso en todos los momentos de su lidia, quieto, jugando la muñeca y meciendo la cintura como un junco, Jiménez consiguió además una fulminante y efectiva estocada entera, haciendo perfecta la suerte, aunque perdió la muleta en el embroque, y las dos orejas y el rabo fueron su premio.
En fin. Y mañana más. Hoy ha faltado la tablilla anunciadora con el peso de los toros, pero no el detalle de la reina y Damas de la fiesta de Íscar que entregaron ramos de flores a todos y cada uno de los toreros que han participado en el cartel. Andrea, Carla y Marta tuvieron trabajo a destajo para felicitar a todos los toreros que salieron triunfales por la puerta grande de Íscar. Por lo demás la organización y control de la corrida por parte de Lances de Futuro, atenta y en su sitio. Lástima la respuesta escasa de público.
Fotos: José Fermín Rodríguez
JIMÉNEZ FORTES POR FERRERA
Esaú Jiménez Fortes toreará la corrida del lunes en Íscar, en sustitución de Antonio Ferrera, lesionado.
El cartel queda conformado por: Juan José PADILLA, Jiménez FORTES y Diego Silveti que lidiarán seis toros de Peñajara.
Deja una respuesta