El joven rejoneador portugués hijo del gran Joao Moura salió a hombros de la Plaza de Palencia en el cuarto festejo que celebra a San Antolín, el patrón palentino. Sus compañeros de terna Pablo Hermoso de Mendoza y Sergio Galán cortaron una cada uno de ellos, sin alcanzar el triunfo absoluto obtenido hoy por el rejoneador que apodera David Hebrero, ante tres cuartos de entrada, la mejor hasta la fecha de la feria.
Se lidiaron seis toros de Fermín Bohórquez, murubeños inconfundibles que ofrecieron un juego desigual. Hermoso de Mendoza lo templó bien sobre Ícaro, destacando el galope de costado paralelo a las tablas. Certero con las cortas y los pares a dos manos montando a Pirata. Falló con el rejón de muerte, logrando atronar la res a la segunda, de un rejonazo trasero.
En su segundo Mendoza lidió un bravo ejemplar, aunque se cansó pronto de embestir con alegría. Muy espectacular montando a Dalí. Mató de un rejonazo trasero y caído.
Sergio Galán no anduvo fino con los rejones de muerte y se le esfumó el triunfo, aunque su toreo a caballo lo ejerció con una técnica consagrada, haciéndolo todo él prácticamente, dejando llegar al toro. A su segundo lo recibió a porta gayola y hubo unos momentos de exposición arriesgada en terrenos de tablas para colocar las banderillas cortas. Su faena fue premiada con una oreja.
Y quien más pasión y mejor rejoneo hizo en Palencia fue, sin duda alguna, en esta ocasión Joao Moura ante el tercero de la tarde, el primero de su lote. Pese a lo distraído del toro, Moura interpretó, vestido a la federica el clasicismo de los cavaleiros portugueses sobre todo montando a Spartaco con una vibración trepidante y muy aplaudida. En el toro al que cortó las orejas conectó con los tendidos en una labor trabajada y a la vez trepidante.
Este muchacho está adquiriendo como caballero rejoneador un asiento, una forma de hacer bien las cosas y un estilo inconfundible que lo han colocado, merecidamente, entre los importantes del escalafón.
Fotos: Fermín Rodríguez
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