Conocí a Jorge Manrique hace algún tiempo cuando por circunstancias organizativas entró a dirigir las fiestas taurinas de Tordesillas hace algunos años, tras la concesión administrativa correspondiente y llegué a verlo muy a menudo desde su noviazgo con Toñi, al coincidir mi domicilio en el mismo edificio de residencia en la Villa tordesillana.
Después, pasado algún tiempo, y tras entrar a formar parte del equipo directivo de la Federación taurina de Valladolid como jefe de prensa de dicha entidad taurina, los contactos con Jorge se sucedieron más a menudo a fin de mantener la información que yo publicaba en la web del medio de comunicación. Nunca jamás tuve ni una sola queja en el trato que me dispensó siendo gerente él de la Plaza de Toros de Valladolid, en nombre de la Sociedad adjudicataria del coso, TAURODELTA y Bardebravo.
Atento, respetuoso, considerado y afable con mi persona. Cuidando los detalles, concienzudo en su trabajo, profesional a carta cabal, haciendo del mundo taurino un especial aspecto de su vida. Sabiendo el manejo de las reses en los corrales, tratando de serenar ánimos y dando a cada cual lo suyo, Jorge Manrique ha sido un extraordinario gerente de la plaza de toros de Valladolid, dirigiendo un equipo humano tratable, sencillo y abierto.
Personalmente tuve la oportunidad de darle las gracias, tanto a él como a su esposa Toñi, por su dedicación profesional durante los dos años en los que he coincidido con su gestión, desde que aquel mes de julio de 2008 entré a llevar los asuntos informativos de la Federación vallisoletana.
En Jorge siempre he visto, siquiera someramente, el esfuerzo y el trabajo que supone sacar adelante los objetivos taurinos y de promoción de la fiesta de toros tan enraizada en su propia vida. Como todos los lectores saben, Jorge es un viejo matador de toros, y ganadero, que escribió también su página en los anales de la tauromaquia y aunque a mí personalmente nunca me agradó que matara de zurdas, pues era cambiar los terrenos característicos y formales según los cánones taurómacos, siempre le guardé un respeto por cuanto hizo para engrandecer y promocionar la fiesta de toros.
Ahora que lleva asuntos de otros toreros, novilleros y organización de festejos taurinos para no perder el enlace único e irrepetible de su vida, le deseo la mejor suerte, el resultado idóneo y la claridad de inteligencia para seguir dando momentos de importancia y belleza en el mundo de los toros.
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