Las causas de ayuda y dedicación a los más necesitados están implícitas dentro de aquellas personas que siguen fieles a una idea, la de compartir con los demás bienes, saber, tiempo y dinero y dedicarles su propia vida para mejorar las perspectivas vitales de esos desheredados del mundo y a veces de la sociedad.
Uno de estos personajes es Juan José Márquez, que dirige una fundación madrileña que lleva su nombre y que tiene extensión en África para ayudar contra el paludismo y fundamentalmente a los enfermos de fibromialgia. Sus visitas al Hospital Regina Pacis en Kofoisá (Benin) para hacer entrega del dinero que recauda en su actividad al misionero español Rafael Marco, pese a las dificultades para entrar en el país por encontrarse en permanente conflicto, están reflejadas en muchas de las noticias que a él se dedican.
Pero Juan José Márquez, el médico torero ha ejercido también como galeno especialista en múltiples espectáculos taurinos de la zona madrileña y de Castilla la Mancha y una de sus facetas más destacadas últimamente es la de cineasta, productor y autor de películas cortometrajes taurinos de atracción sin igual.
Los filmes están hechos con cariño por la tauromaquia, con sabiduría, con un guión especialmente profesional y llenos de significado que hace palidecer a muchos expertos de la imagen y del sonido.
No hace tanto tiempo hemos compartido mesa y explicaciones con el doctor Márquez tanto en Valladolid como en Rioseco. En la última de las ocasiones para presentar la obra basada en el libro poético «padre a los toros que ya he vivido» de Ángel Luis Sánchez y titulado Una pasión más allá del tiempo en la que interviene el padre del empresario taurino Tomás Entero, un viejo narrador, pleno de sabiduría y provecho, tristemente ya desaparecido que acerca la tauromaquia a sus razones existenciales más imprescindibles. La pasión más allá del tiempo puede ser vista por quien desee en la sección de vídeos de You Tube y en el archivo de Tendido cero de Televisión española, entidad que remitió íntegro el documental hace un par de semanas, bajo la dirección de mi amigo Federico Arnás.
He sido privilegiado por presentar al doctor Márquez en varias ocasiones y compartir mesa y palabra. Por supuesto la primera sensación que me produce este hombre es respeto, consideración, ánimo y reconocimiento. Y luego, emoción incontenida al ver sus películas taurinas. Otra de ellas «Tauromaquia de las extremidades» en la que basado en dibujos del pintor César Palacios, Márquez nos muestra esta faceta tan importante en los toros de lidia y en los propios diestros toreros ya sean matadores, ya subalternos.
Juan José Márquez, actuará de nuevo en las jornadas de Rioseco de este año y otra vez más nos veremos, si Dios quiere, hablaremos de toros, nuestra pasión y llegaremos ambos al convencimiento que aún la tauromaquia es y sigue siendo la raíz del encuentro abierto, grato, verdadero y humano de muchas personas que la promocionan, apoyan y fomentan bien con la palabra oral o escrita y con la imagen cinematográfica.
Foto: José Salvador
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