
El alcalde de Valladolid Javier León de la Riva anunció en el acto de clausura de las Jornadas de la Peña David Luguillano con meridiana claridad, taxativo y concreto que habría escuela taurina en Valladolid, una vez que se celebren las elecciones municipales de mayo, si él mismo revalida por cuatro años más la dirección del gobierno municipal.
Un centro de estudios taurinos en donde cuantos chicos quieran aprender el arte de la tauromaquia podrán hacerlo, tendrán su sitio en donde desarrollar los conocimientos así como las actividades propias de estos menesteres.
Aunque la noticia cayó muy bien entre los asistentes al acto, no ha habido cobertura informativa al respecto, pues todo ha sido un anuncio previo, un proyecto que se formalizará debidamente cuando llegue el momento.
Así se arrancaba la noticia ahora casi hace un año en este mismo medio informativo. Llegaron los brotes, las elecciones. el verano, cayó la hoja y de nuevo el invierno y rememorando en estos días en que los toros reburdean entre el silencio y la paz de la dehesa rumiando estrellas, surgió una vez más la promesa hecha por quien consideramos un estupendo aficionado a los toros y a todo lo que ello conlleva.
Verdad es que las cuestiones económicas condicionan casi toda nuestra vida de proyectos y actuaciones. Pero ha llegado el momento en que la determinación debe ser más decisiva, importante y osada para completar en la realidad los mismos.
La afición por Valladolid, cada vez más exigua pero fiel y comprometida, seguramente querría contar con su Escuela taurina: Aquí en Valladolid hay suficiente y adecuado profesorado tanto técnico y teórico como práctico; instalaciones cercanas y de buena comunicación; los medios informativos en la misma ciudad… En fin, todo a la mano para conseguir hacer realidad una vieja promesa de un aficionado cabal. Solo queda abrírselo, ofrecérselo al alumnado, es decir, a esos chicos y chicas que quieran integrar su vida dentro de la profesión taurina.
El ejemplo más importante en Castilla y León ha sido y es, hasta la fecha, la Escuela taurina de Salamanca, apoyada económicamente por la Diputación provincial charra, vivero que ha dado muchos y buenos toreros en sus años de andadura. Sin embargo, y en aras de economizar recursos algunos pensarán que tal vez podría estudiarse la posibilidad de crear una Escuela taurina de Castilla y León que absorbiera y aglutinara a todas las existentes, sumando recursos, formando a sus toreros y promocionando su actividad en todo el orbe taurino.
Por aquí, más cerca, existe la Escuela taurina de Rioseco que dirige el maestro Santiago Castro Luguillano y ayuda Herminio Jiménez «Chaca» y que ha sacado numerosos toreros de nuestra tierra, lleva a cabo los bolsines y certamen de tentaderos y hace más que otras muchas con nada de ayuda económica de ningún organismo público.
Este es uno de los anhelos que siempre ha sido comentado pero que nunca se había llegado hasta el extremo de dar el paso al frente y organizar dicha institución para beneficio de los muchachos con esperanza de toreros y que pueden encontrar en dicha escuela acogimiento, promoción, fomento y enseñanza de la tauromaquia.
Por eso el título de «realidad o quimera» aquello de crear una escuela taurina en Valladolid que dé cobertura y colme las expectativas de aquellos muchachos que quieran ser toreros. Por soñar que no sea.
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