Pues ya estamos otra vez con la matraca animalista de los cuatro «mataos» que hacen ruido pero no dan nueces a la sociedad, sino que viven del cuento y de la soflama, atacando, estropeando e impidiendo la lógica actividad mercantil de una fiesta, la de los toros, que tienen en la diana del acoso, el derribo y la desaparición, conculcando la libertad de cuantos aficionados sienten en su propia vida la gran y genuina fiesta de los toros.
Gastándose su dinero, en este caso la empresa de Alberto García TAUROEMOCIÓN, ha colocado con los permisos administrativos correspondientes los reclamos anunciadores de la Feria taurina de Huesca que llaman de la albahaca, planta aromática ideal para tenerla en casa, y unos vándalos, talibanes que conculcan la libertad, han borrado, arrancado, boicoteado la misma cartelería que según indican los propios operarios de la pegada, oscenses, identificaron algunos de esos incivilizados e inmediatamente dieron parte de lo ocurrido a los agentes de seguridad.
La empresa Tauroemoción, gestora de la plaza de toros de Huesca y organizadora de la Feria Taurina de la Albahaca 2018, con la lógica razonable y decisiva, ha interpuesto denuncia en dependencias de la Policía Nacional contra los sujetos que han perpetrado la acción por daños y perjuicios por las importantes pérdidas económicas.
La respuesta de los interesados, toreros, empresarios, ganaderos y personas que se mueven en el mundo taurino, así como aquellos medios que dedican su dinero y su esfuerzo a propagar y promocionar la difusión de las ferias taurinas que se llevan a cabo en España, no puede ser otra que utilizar todos los recursos legales para que la justicia, persiga y castigue a estos destructores y acosadores violentos del esfuerzo de los demás.
La Feria de la albahaca oscense huele este año a tesón y maravilla. Por eso la atacan, la vilipendian y tratan de apabullar a los organizadores. Sin embargo, ya se sabe que en este caso, como debería suceder en todos y cada uno de los que se produzcan, sus servicios jurídicos trabajan y responden a estos acosos con la pertinente denuncia y reclamación de daños y perjuicios a su sociedad mercantil.
Y también, gran parte de responsabilidad la tienen, la tenemos los medios de comunicación, que esconden en ocasiones el ataque, por aquello de no revolver demasiado y no enfrentar juicios dispares y ser buenos y pacíficos y evitar la violencia. Paz y amor son las palabras. Pero paz y amor hacia los violentos que quebrantan la ley, nunca, ya que solo merecen reprobación y castigo sin más.
El asedio al mundo de los toros tiene que terminar de una vez por todas. Y como solo es una parte la violentada, el aguante taurino tiene siempre un límite, porque las acciones de los antitaurinos violentos deben ser erradicados con toda la fuerza que se precise. Y tarde o temprano eso pasará en la página de la historia.
Huesca huele a albahaca y una gran feria abre sus puertas en breve. Eso es lo importante.
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