La IV Gala taurina «Reina Juana» se celebró anoche en un emotivo, digno y espectacular acto acogido en las Casas del Tratado, en donde todos los galardonados estuvieron presentes y recogieron sus premios, otorgados por las Asociaciones taurinas de la localidad y el Ayuntamiento de Tordesillas. El acto estuvo presentado por nuestro director de Comunicación, Jesús López Garañeda y amenizando el mismo actuó la cantante Nati Ortega que cosechó los aplausos del público tras la interpretación de sus canciones.
El Alcalde de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira junto a varios miembros de la Corporación Municipal, señaló en sus palabras de apertura el compromiso con la fiesta de los toros en todas sus manifestaciones. Felicitó a los organizadores del acontecimiento por este acto emotivo para reconocer el esfuerzo y la dedicación de los profesionales taurinos en su labor.
Tras las palabras de introducción en donde se puso especial hincapié en la defensa, fomento y apoyo a la fiesta de toros, fueron subiendo al escenario, uno a uno, todos los galardonados que dieron las gracias al público y a la organización por haberles señalado y abrieron su corazón explicando el por qué de su vida dedicada a la Tauromaquia.
El novillero salmantino Jesús de la Calzada; el rejoneador Sebastián Fernández; el novillero Pepe Luis Cirugeda; el cortador Javier Vélez por el mejor detalle del festejo popular; y a los representantes de las Peñas tordesillanas encargadas del Arrastre y de la Soldadesca fueron accediendo al escenario y contestaron a las preguntas que se les plantearon.
En sus palabras de apertura, el moderador explicó: «Un año más el Foro taurino tordesillano ha convocado esta amplia mesa de la Gala Taurina en su cuarta edición. Con gusto y alegría pero sobre todo reivindicación he decidido echar la pata adelante y aceptar el encargo. Pero antes hay que explicar a todos el sitio en el que nos movemos: LA TAUROMAQUIA.
Dicen que el mundo de los toros anda preocupado desde hace tiempo porque se recompongan las relaciones inexistentes entre quienes se mueven en las aguas, a veces más que turbulentas, que riegan la Tauromaquia, una de las vivencias más rica, emotiva, inquietante, paradójica, estudiada, vilipendiada, ensalzada y reconocida entre muchas personas de la tierra.
La Tauromaquia por sí misma es un encuentro de pasiones, olor de siglos y raíz única de la existencia humana en muchos años de historia. Tantos que sus orígenes se pierden en la primigenia función del hombre cazador.
Muchas personas dedican su propia vida, su patrimonio, su inteligencia y sus deseos al bello arte que desarrolla la Tauromaquia en el que se enfrentan dos fuerzas antagónicas de la naturaleza, una la inteligente y artística del torero y otra la bruta y destructiva del animal de lidia, siendo una la que prevalecerá en casi todos los casos«.
En estos momentos de conclusión de este año perteneciente al año 23 del segundo milenio, se ha desatado furiosamente una corriente de protesta bien financiada, de exigencia, de desprecio, de rechazo abierto, merced a los intereses de quienes quieren erradicar la costumbre taurina por bárbara, cuando lo que se esconde en su deseo es el interés económico, barnizado de un presunto amor falsario hacia los animales y odio al ser humano. Una aberración que ciertamente retrotrae a la humanidad a tiempos pasados, prehistóricos, en que el animal estaba igualado al hombre.
En este año 2023, a punto de arrancar la última hoja del calendario, la lucha ha empezado a ser encarnizada y dura, con pocos precedentes anteriores: Los mayores denuestos, salivazos e improperios han ido contra los toros populares de localidades pequeñas, que mantienen frente a viento y marea sus tradiciones incardinadas en los festejos taurinos.
Algunas de ellas, como los casos de Tordesillas con el Toro de la Vega; el toro enmaromado de Benavente; el toro jubilo de Medinaceli o el de San Juan de Coria, aguantan las embestidas y protegen sus muros cada vez con más vigor, pero no con el apoyo general que precisan. Sin embargo, los otros toros, los de plaza cerrada, luces y coso tampoco han ido a la zaga de quienes los violentan día tras día y temporada a temporada.
La ovación de los espectadores fue especialmente sonora al finalizar el acto que mantuvo el interés durante la hora y media larga del acontecimiento.
Al final los premiados fueron aplaudidos y felicitados.
REPORTAJE GRÁFICO: José FERMÍN Rodríguez.
Deja una respuesta