Difícil, muy difícil lo tendrán este año en Zaragoza para celebrar sus tradicionales corridas de toros por El Pilar en Octubre, pues la plaza de la Misericordia si no ha recibido por parte de la Diputación provincial la puntilla para que no se celebre, poco le falta al asunto a tenor de la evolución de los últimos acontecimientos, entre los que se encuentra la supresión por disposición judicial de la adjudicación del pliego para organizar los festejos taurinos.
Ha sido el Presidente de la Diputación, un político perteneciente al partido socialista, Juan Antonio Sánchez Quero, asociado con podemitas para mandar en el Gobierno Regional, Diputación y Ayuntamiento, quien subió el arrendamiento a límites de atraco alevoso (300.000 euros de vellón). Luego, concedió la plaza de forma no ajustada a derecho concursal y obviando la pomposa declaración aquella de que la Tauromaquia es patrimonio cultural de los españoles, tras el varapalo judicial del Tribunal de Contratos Públicos de Aragón, la Diputación admite ahora que no puede garantizar la próxima feria del Pilar pero que apelará la sentencia al Tribunal Superior de justicia de aquella Comunidad autónoma.
Es increíble que en el magnífico Coso taurino de Pignatelli, tan especial en el mundo taurino de España, no se celebren corridas de toros durante el Pilar, algo que ya sucedió el pasado mes de abril con la feria de San Jorge y la vieja copla aquella de: «En la capital de Soria se encontraba Nacional, esperando que llegaran las corridas de El Pilar«, hasta que un botellazo terrible lanzado por un iracundo espectador, impactó en su cabeza causándole la muerte al torero, se haga realidad pero para todos por el impacto del botellazo político, injusto y aterrador, que va carcomiendo poco a poco, sitio a sitio, feria a feria, algo tan arraigado y bello como es la fiesta de toros y la idea se extienda como mancha de aceite por todos los territorios.
Por experiencia sabemos y conocemos el fin de una gran fiesta taurina, popular, especial, famosa, única y seguida donde las hubiera que por disposiciones políticas fue prohibida y arrumbada a causa de la más solemne de las mentiras. De manera que la lanzada traicionera a esta fiesta taurina de Zaragoza tampoco nos extraña demasiado. Ello es un aldabonazo más a considerar por los directamente afectados que creen que contra ellos nadie iría nunca. Pues aquí, vayan remojando barbas, que se va viendo muy palpablemente ya la evolución de las cosas.
Foto: Toni Galán/ Heraldo de Aragón
Ian Russell dice
Do not let these bleeding hearts people dominate your society….Bullfighting is a dream world of many Spanish people and the kids who wish to be Torero;s…..it is a truly Spanish Tradition and as such should be protected for future generations….Bottle throwers should be jailed for a long term as a deterrent to the others of like sentiments…Long live the Toreros and the /Spanish bullfight tradition….
TRADUCCIÓN: «No dejes que estos corazones sangrantes la gente domine tu sociedad … Las corridas de toros son un mundo de ensueño de muchos españoles y los niños que desean ser Toreros ….. es una tradición verdaderamente española y, como tal, debe ser protegida para las generaciones futuras … Los lanzadores de botellas deberían ser encarcelados por un largo tiempo para disuadir a los demás de sentimientos similares … Larga vida a los Toreros y la tradición taurina española …
Federación Taurina de Valladolid dice
El nacional se llamaba Juan Anllo y Orrío, matador de toros aragonés nacido en Alhama de Aragón (Zaragoza), el 11 de enero de 1897, hermano de los también toreros Ricardo “Nacional I”, Eduardo “Nacional III” y Ramiro Anllo “Nacional IV”. Vistió por primera vez el traje de luces en Cáceres en 1918 alternando con los novilleros Pacorro e Hipólito. El 3 de agosto de 1919 hizo su presentación en Madrid, donde dejó una muy buena impresión a pesar de tener un toreo muy basto, violento y temerario.
El 21 de septiembre de 1921 tomó la alternativa en Oviedo de manos de José García “Alcalareño”, con toros de Matías Sánchez. La confirmó cuatro días más tarde en Madrid con toros de la misma ganadería de manos de Luis Freg.
Murió en Soria tras recibir un botellazo en la plaza.