Con profusión y belleza se adorna en esta ocasión la fiesta de la vendimia de Toro que lleva a la ciudad zamorana el reclamo de su mejor producto, el vino. Vino de Toro, bueno y a menudo hace a los hombres duros… de pelar. Un cartel hermoso dedicado a la efeméride que trae a los alrededores de su Colegiata y Puerta del Mercado puestos de época, zarandajas de reclamos, escaparates singulares de su actuación y vida diaria, actividad propia para fomentar el consumo en bares y restaurantes fundamentalmente que son quienes reciben directamente todos y cada uno de los euros que se gastan la mayoría de los visitantes.
Pues bien. En esta ocasión en el amplio programa festivo que la concejalía de cultura ha elaborado, con desparpajo y aplicación figura el de un «torneo medieval» que se celebrará en el coso taurino de la Ciudad de doña Elvira nada más y nada menos que a las 19:00 h del día 10 de octubre. Así lo anuncian: « Espectacular TORNEO MEDIEVAL “La venganza del Caballero Negro”, con bufones y espectáculo final de fuego y pirotecnia. Grupo de Especialistas Hípica Celta. Saltinpunqui. Organiza: Cristal y Fuego. Colabora: Ayuntamiento de Toro. Entrada: 6 euros. Niños menores de 9 años gratis».
Se ve que a los munícipes de Toro aquello de festejos taurinos en un coso remodelado, restaurado y construido para ese fin al que fue levantado, han ideado la fórmula para sustituir aquello de la lucha de un hombre frente a un animal fiero y bravo por la de dos hombres a caballo o a pie, luchando por su dama querida, presente en un tendido, a lanzazo incruento, en una sucedánea sustitución y cambio de la realidad original y palmaria.
Hay que ver lo que de da sí la masa encefálica de más de un dirigente político por aquello de acabar para siempre con el espectáculo único y genuino, más español que nada, de la fiesta de toros. Cualquier «ideica» salida del caletre más representativo de la progresía de moda genera estos espectáculos nuevos, traídos por los pelos y con los disfraces más rocambolescos que uno imagine.
En esta ocasión, Toro presenta un torneo taurino, digo medieval, entre caballeros, sí, pero de la triste figura, olvidando la razón y existencia de un sitio, la Plaza de toros de San Francisco, albergue que fue levantado y restaurado para servir a la Fiesta taurina y a toda su singularidad.
De eso ya casi nadie se acuerda. Desgraciadamente para los aficionados, ¡qué frágil es la memoria de muchas personas!.
Deja una respuesta