No ha podido ser, y además es imposible que las nuevas puyas para ejercer la suerte de varas en corridas de toros fueran comprobadas, pues han quedado guardadas en la maleta portadora, toda vez que era en la ciudad de Jerez en donde iban a ser probadas en un afán sincero y reconocido por ofrecer en el espectáculo taurino la suerte de picar con motivo de la celebración de una corrida concurso de ganaderías. Como se sabe, a consecuencia de la epidemia del virus chino y de la situación de alarma decretada por el gobierno, todos los festejos taurinos al igual que el resto de espectáculos de masas, han visto cómo les tapaba el velo de la prohibición hasta una ocasión favorable.
Alain Bonijol vio no hace tanto tiempo, exactamente hace un año ahora, cuando hubo de sacrificar varios de sus caballos de picar por anemia infecciosa, pese a lo cual su tarea profesional por analizar, completar y considerar una nueva puya aplicada en la suerte de varas que no produjera tanto desgarro en el toro ni impidiera que la res acudiera de nuevo al caballo para apreciar la bravura del ejemplar, ha dejado constituida y conformada la misma y la cual iba a ser probada en la corrida concurso de Jerez.
En el Reglamento de la Comunidad de Castilla y León, la puya aparece en el artículo 54, desarrollando en los cuatro apartados que conforman su reglamentación todos los aspectos de la misma.
La nueva puya, aunque parecida a la existente, tiene en sí misma unos cambios que harán mucho más atrayente la suerte de varas que es la que comprende con exactitud la valoración brava del animal lidiado y en pruebas efectuadas se demostró que desgarra menos la piel de los animales.
En la actualidad las puyas tienen forma triangular, en tanto la que se iba a estrenar en la Feria jerezana presenta forma cuadrangular y las dimensiones apreciadas por el escantillón, (regla, patrón o plantilla) de 26 mm de largo en cada arista por 19 mm. de ancho en la base de cada cara o triángulo, las del estreno daba 28,56 cm de alto y 13 mm de base con un tope de 40 mm de largo.
El apartado 4 del artículo citado del Reglamento taurino de Castilla y León decreta que en las novilladas con picadores se utilizarán puyas de las mismas características, pero rebajadas en 3 mm la altura de la pirámide.
Es importante que se vayan realizando estudios y aportaciones que mejoren las suertes del toreo, y una de las que más deterioro ha sufrido en los últimos años es, sin duda alguna, la suerte de varas. Empezando porque el público suele silbar a los picadores en cuanto aparecen en el coso, increpándoles si se exceden en el castigo o no lo realizan con arreglo a los cánones establecidos, la suerte de varas, piedra de toque para calibrar la bravura de un toro debe realizarse con todas las garantías de realidad, entrega, empuje y valía. Una suerte protagonizada por los picadores, herederos de la esencia taurómaca de otro tiempo, cabezas de cartel y protagonistas de esta fiesta tan emotiva, enriquecedora y hermosa como es la de los toros no debe hurtarse al público y ejecutarse con el orgullo y disposición en cualquiera de las plazas en donde se convoque o programe una corrida de toros.
Foto: FERMÍN Rodríguez
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