Aquí está ya, a quince días vista, la feria de Valladolid, que este año trae en sus carteles una corrida de antología a juzgar por la demanda de entradas a la empresa organizadora VALTAURO, que se celebrará con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, con la presencia del sumo sacerdote torero de los medios de comunicación y del público, José Tomás. El diestro de Galapagar que desde su reaparición gozosa en Valencia ha toreado, entre otras, por las plazas de Huelva, Gijón o Ciudad Real, sirviendo de reclamo a los tendidos, y que desde su impulso mediático y de increíble esfuerzo personal le ha colocado en la cresta de la ola, aunque haya personas que digan que también se le aplaude hasta por las intenciones, viene a Valladolid a torear en su feria el día 8 de septiembre, a las seis de la tarde, festividad de Nuestra Señora de San Lorenzo, la patrona que da titularidad a los festejos taurinos.
José Tomás podría gustar más o menos como torero, pero a nadie mantiene indiferente. El sentido de la colocación y del sitio en donde otros compañeros encogen la barriga al pasar el morlaco es lo que le ha hecho sin duda auparse a la cúspide del escalafón toreril a la demanda.
Las empresas lo saben, y deseosas de encontrar un recurso que alivie sus maltrechos resultados económicos, tratan de acercar gente a la plaza recurriendo a la contratación del torero fundamental en estos dos últimos años. Añadir emotividad al asunto, especialmente tras la gravísima cogida del torero en Aguascalientes, está perfectamente racionalizado. Por eso, empresarialmente, es un acierto disponer de tal espectáculo en su cartelería y programación.
Escribir después, a toro pasado, de esto y de lo otro, de que si sí o de que si no, de temple y mando, de riesgo calculado y estatismo crítico ante la embestida de un toro, está dentro del consumo y de la participación para todos cuantos quieran enterarse del suceso, conocer el resultado y escuchar a ver si sus opiniones personales coinciden o no con las expuestas, negro sobre blanco, en un papel de periódico o en el aire cibernético de una web.
José Tomás torea en Valladolid, y hay un teléfono que es el 983 23 51 13 que echa humo desde el día 17 de agosto cuando se abrió el plazo para renovar los abonos y que atenderán las demandas de localidades sueltas, desde el día 29 de agosto en que los aficionados y público interesados pueden realizar la reserva de entradas para cualquiera de los festejos programados por Valtauro.
La red informativa de la empresa que gerencia el coso de Valladolid da todas las facilidades a los interesados para conseguir cómodamente las entradas de la feria. Y además ha puesto en circulación una colección de postales con dibujos de Miguel Ángel Soria que recogen los rostros de los toreros y uno de los lances más significativos, tal como hacían aquellos viejos cromos de la lidia que dando muestra de sensibilidad y promoción artística de la fiesta, quedaron grabados para siempre en la memoria de los aficionados.
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