Pocas imágenes pero suficientes las que me han hecho llegar del paso del río de las vacas bravas de Simón Caminero hacia los pastos y cobijo de la Cigoñera por la vereda y el vado desde donde siempre en costumbre inveterada, antigua y conservada fielmente por la familia, atraviesan los animales el cauce, cambiando de lugar para aprovechar así mejor los pastos y evitar crecidas y desbordamientos que pudieran darse en condiciones meteorológicas de una zona como la de Carrión de los Condes.
El caballo guía de Pedro Caminero y las voces en tono grave del hombre llamando al rebaño, siempre receloso en los cauces de agua, y conduciéndolo sin que se espante al otro lado entre los chopos, juncales y hierbas de la orilla marcan una época del ayer, olvidada ya por las nuevas generaciones urbanitas que creen que los filetes de carne se producen y venden en los carrefour o mercadonas. Entre medias el crujido de las hierbas al pisar las pezuñas del tropel del ganado y el chapoteo incesante mientras dura la labor del paso de ese rubicón de río palentino.
Es emocionante la contemplación y no digo nada lo que sentirán estos hombres que acompañan a caballo el paso del ganado. Posiblemente, Pedro, el guía de esta muestra reverdece así una vida dedicada a llevar ganado bravo de un lado para otro, por el campo, con la voz y una garrocha de palo y parado viendo pasar sus reses de nuevo a casa, en tanto la satisfacción y la paz inunda su corazón ganadero cuando completa el cometido como lo hicieron antes Simón, su padre, y Ceferino, su abuelo.
Por tierras de Villanueva del Río y la ermita de San Juan de Cestillos, Palencia tiene lugares entrañables del ayer, sitios con dulzura y emoción donde aún perdura la lucha por el medio rural, el campo, la ganadería y cuanto ello significa, mientras las aguas del Carrión bajan mansas por la Gigoñera todavía en un rumor que envuelve el tiempo de la eternidad y si no vean el video.
https://www.facebook.com/pedro.caminero.589/videos/441975162873429/
Foto: Fermín Rodríguez
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