La nueva rejoneadora, misacantana en esto de la tauromaquia del caballo de rejoneo, Lea Vicens ha salido a hombros en Olmedo en el día de su presentación sustituyendo además al anunciado Leonardo Hernández, tras cortar dos orejas al segundo ejemplar que le tocó en suerte. Simpatía, nervios, entrega y buen hacer han sido las notas destacadas de la lidia a los dos novillos de Peralta que lidió, luciendo una cuadra excepcional de caballos, algunos marcados con el hierro de Rafael Peralta, muy toreros, y con doma extraordinaria, pues la monta de Lea Vicens estuvo dirigida por el centauro sevillano Ángel Peralta, presente en el callejón de la plaza de toros.
A la joven rejoneadora la acompañó en su salida por la puerta grande de Olmedo el portugués Paulo Jorge Santos quien también cortó dos orejas al quinto de la tarde del hierro titular de Barcial, un toraco cuajado y con kilos, muy noble que metió la cara con codicia, yendo y viniendo a los requerimientos del caballero rejoneador. El rejón de muerte, un pelín trasero, fue suficiente para echar patas arriba la media tonelada larga del patas blancas y los tendidos pidieron con fuerza la oreja que fue concedida por partida doble por la presidencia. En el segundo de la tarde, hizo una faena aseada, pero precisó de dos rejonazos para acabar con la vida del ejemplar y, aunque hubo petición minoritaria en la plaza, tan sólo recibió la ovación y los aplausos del público, saludando desde el tercio.
Abría plaza y cartel el rejoneador rodense Sergio Vegas quien logró cortar una oreja en el cuarto de la tarde y recibió aplausos en el que empezó la corrida. Sergio estuvo mejor en el segundo de su lote que en el primero, un toro hecho y derecho de Barcial, cabezón y con trapío, porque hasta que se asentó su lidia, estuvo algo acelerado y con síntomas evidentes de padecer alguna dolencia. Cuando acabó, nos interesamos por ello y pudimos saber que su pierna izquierda está maltrecha, padeciendo fuertes dolores, a consecuencia de un violento golpe, pero que no le han impedido estar en su cita de Olmedo, y pese al sufrimiento, porque Sergio es un rejoneador de casta y entrega, su actuación fue discreta y profesional.
Lea Vicens, la rejoneadora que hoy ha recibido su bautismo de fuego, es de origen francés, aunque las palabras que he podido intercambiar con ella, tanto al comienzo como a la finalización del festejo, se expresaba notablemente en castellano, con un acento inconfundible andaluz, mostrando su alegría exultante por el triunfo conseguido. Desarrolla su trabajo en Sevilla, tutelada por la casa Peralta, de quien recibe las enseñanzas, muestras y tareas de aprendizaje del difícil oficio en el que se ha embarcado la guapa niña francesa que hizo un rejoneo de gusto y simpatía, con una monta y doma de caballos realmente importante, entregándose siempre en la suerte y toreando a los novillos con verdadera pasión e interés, entre los aplausos cariñosos del público que premió su esfuerzo y arte.
Por su parte Paulo Jorge Santos, a quien ya he visto en varias ocasiones esta temporada, ha alcanzado una notable profesionalidad, saber estar, hondura y sentimiento en la monta de sus cabalgaduras para ponerse delante de un toro. Hace las suertes a ley, con tranquilidad y sosiego, montando a la federica como buen portugués y haciendo que sus caballos doblen, humillen, saluden, hagan los pasos más atrayentes para el público, se pongan de manos y ejerza la suerte del rejoneo con compostura y belleza.
En resumen, una entretenida corrida de toros del bello arte del rejoneo ha cerrado las fiestas patronales de Olmedo. Se han lidiado cuatro toros de Barcial, bien presentados, duros y bravos y dos de Peralta, terciados y bravos para Sergio Vegas, aplausos y oreja; Paulo Jorge Santos, aplausos y dos orejas; y Lea Vicens, que debutaba, aplausos y dos orejas.
Fotos: Jesús López Garañeda
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