Cuando la antigua fosforera española puso en circulación aquellas cajitas de cerillas con los dibujos que representaban las distintas suertes del toreo, seguramente que muchos de los actuales diestros vallisoletanos ni vieron, ni conocieron. No así aquellos otros, ya viejos en edad, dignidad y gobierno que pasearon por esas plazas de Dios el nombre de Valladolid y su tierra. Incluso los chicos se aplicaban al juego de los toreros con estas estampas, tras recortarlas de las cajetillas.
El abanico que en la actualidad constituyen las varillas de los diestros toreros vallisoletanos llega a la decena de los que aún están en activo o bien se han pasado al otro escalafón de la torería, actuando como subalternos de lujo, con el fin de saciar ese apetito vital y gustoso para el que dedicaron su juventud y su vida entera de vestirse con un traje de luces.
Además en todos los «tercios» dispone Valladolid de una nómina representativa de profesionales contrastados. Así entre los picadores, Pedro Iturralde, Rafael Agudo o las promesas joven de Javier Bastida o Titi Agudo llevan en su vara larga y tocados del castoreño el buen arte de picar toros. En lidiadores subalternos y banderilleros, Jesús «Suso», el de Nava del Rey, supera con mucho ser destacado. Sin olvidar a los veteranos Raúl Gómez «Pela», «Cuqui», David Picón y el joven de Tiedra Jesús Herrero.
Los actuales toreros de Valladolid que de una u otra forma están ahí en el escalafón, bien es verdad que la tierra no les encumbra lo suficiente, pese a ser unos bregados diestros, por aquello siempre de las preferencias foráneas que las propias por aquel dicho casi maldito pero real de «nadie es profeta en su tierra«.
Hoy están aún en cartel: David Luguillano (Valladolid, 1969); Conrado Muñoz de los Ojos (Valladolid, 1974); Manolo Sánchez (Valladolid, 1971); Raúl Alonso (Sieteiglesias, 1974); César Manrique (Valladolid, 1976); Leandro Marcos Vicente (Valladolid, 1981); Roberto Carlos (Valladolid, 1982); Mario Campillo Robles (Valladolid,1983); Roberto Escudero (Valladolid, 1976); José Miguel Pérez Joselillo (Madrid, 1982) y Pablo Santana (Valladolid, 1989), este el último en tomar la alternativa la temporada ya pasada en Mojados.
Este ramillete de toreros ha sido y es orgullo de Valladolid en el campo de la torería. Ellos han tenido mayor o menor fortuna en esto y bueno es recordar también a los de otro tiempo en esa nómina que engrandece a una ciudad taurina por declaración y realidad.
Incontables sería incluir aquí a cuantos no llegaron a tomar la alternativa y que actuaron como novilleros con o sin caballos en algún momento de sus vidas profesionales. Por eso los doctorados en Tauromaquia hacen a esta tierra un poco más grande en el aspecto taurino y encumbran el nombre de una ciudad entre sus propios nombres.
Leopoldo Camaleño (Rioseco, 1868); Francisco García Saavedra (Valladolid,1873); Pacomio Peribáñez Antón (Valladolid 1882); Félix Merino (Valladolid, 1894); Fernando Domínguez (Valladolid,1907); Manuel Blázquez Jiménez (Medina del Campo,1936); Juan Calleja (Nava del Rey, 1943); Santiago Castro Luguillano (Mojados, 1943); Juan Carlos Castro Luguillano (Mojados,1949); Roberto Domínguez Díez (Valladolid, 1951); Antonio de la Cruz (La Seca, 1948); Agustín Boya el Cuco (Medina del Campo, 1950); Manolito Sánchez Ferrero; Jorge Manrique Estébanez (La Seca, 1964); Emiliano Rodríguez, Rodolfo Pascual (Valladolid, 1966).
En fin, ellos son, porque su carácter es indeleble y queda para siempre, los toreros de Valladolid. Aquellos hombres que quisieron formar parte del elenco distinguido y querido del público. Toreros que dieron su vida, su tiempo, su grandeza, su ilusión y su miseria al mundo del toro. Bueno es que Valladolid los recuerde siempre.
José miguel dice
Buenas tardes, me pongo en contacto con ustedes porque dirijo un programa radiofónico en una emisora libre de Valladolid, en Onda Expansiva Radio, y desde hace tiempo intento localizar al ex matador de toros Roberto Domínguez Díez para entrevistarle de forma online, vía Skype o alguna plataforma parecida. Mi intención es hacer entrevistas consideradas políticamente incorrectas como por ejemplo con un matador de toros. Yo en concreto no soy antitaurino, de hecho pertenezco a una familia que tuvo amistad con este diestro, soy sobrino de Tito, Jacinto Carretero, propietario del restaurante Maria en Valladolid y buen amigo de Roberto Domínguez. Mi tío falleció hace unos años y yo estoy intentando contactar con Roberto Domínguez para realizar esta entrevista. Les pido por favor su ayuda para conseguir contactar con él.
Un fuerte saludo y muchas gracias
José Miguel Gándara Carretero