Y llegó una corrida de emocionante desarrollo, atención con los cinco sentidos y situaciones diversas, por los ejemplares traídos por Conradi a Santander en la tercera de la feria de Santiago. Tres cuartos de plaza aplaudieron en el arrastre a un “comerciante” hermoso, cuajado, bravo, espectacular que hubiera dado las estrellas de capitán a Javier Cortés caso de haberlo cuajado sin afligirse, apresurarse tanto que se le atragantó una faena que había empezado con todas las garantías de gran triunfo. Pero al final, el animal fue llevado al desolladero con las orejas puestas. Un toro de bandera que habría dado y abierto puertas sin duda alguna al buen torero madrileño.
Y eso que había cortado una oreja al “velero” que abrió plaza citando de verdad al natural y recetando una estocada que le valió el premio y mientras todos los aficionados nos frotábamos las manos por lo bien que empezaba la tarde.
Pero salió “goloso”, una prenda el segundo de la tarde, manso y con peligro que espantó a la cuadrilla y al propio Fortes que no pudo ni estirarse. Recibió dos avisos y a punto estuvo, si el Presidente hubiera mirado el reloj, de írsele al corral. Acertó con el verduguillo y todos resoplaron aliviados.
En su segundo Fortes estuvo muy digno pero su faena no caló entre los aficionados. Tal vez recordando a su hermano lidiado anteriormente, “buenos días” pasó, fuese y no hubo nada. Una estocada tendida y a otra cosa, mariposa.
Y Román, el valenciano, estuvo muy bien mientras le duró el fuelle al “sereno”, un cárdeno salpicado, bonito y lucero. Incluso le hurtaron la ovación desde los micrófonos de la plaza al anunciarse por megafonía, en un detalle muy feo, la recogida de alimentos solidarios y otras actividades por las peñas taurinas. En el que cerraba plaza dio una merecida vuelta al ruedo.
Gran corrida de la Quinta en Santander, merecedora de mejor trato, excepto el manso segundo, garbanzo negro del encierro enviado a Santander. Eso sí fue televisada en directo para toda España por Movistar toros. Ya se sabe que la ocasión la pintan calva y si quienes tanto deseo tienen de participar en la mesa de las actuaciones toreras, no pueden con estos toros y entregan su vida y su alma a la vocación, mal les irá en los contratos. Hoy el triunfador ha sido sin duda alguna Francisco José Moriana, mayoral de la Quinta por esta gran corrida, excelentemente presentada y en tipo, echada en Santander.
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