Vino Antonio Bañuelos como único espada a la lidia de la segunda jornada de la XVII Semana Cultural y no defraudó al numeroso público que se dio cita en el salón de Caja España-Duero, lugar en donde se celebran estos coloquios taurinos. En la mesa, moderada por Domingo Nieto, le acompañaron la secretaria de la Federación María Álvarez y el presidente de la peña Jorge Manrique de Medina de Rioseco, José María Rueda. A lo largo de la exposición se proyectó un video documental acerca de los llamados «toros del frío» que pastan en el páramo de Masa, allá por las tierras burgalesas de Hontomín en la finca la Cabañuela.
Antonio Bañuelos explicó con claridad y de forma muy amena los entresijos de la creación de esta ganadería que cumple veinte años de vida, desde que llegaron a esas tierras burgalesas del Norte de la Comunidad las primeras reses del encaste ibarreño de Paloma Eulate, Torrealta, para empezar una emocionante aventura ganadera que le ha encumbrado entre los primeros ganaderos de bravo de España. Incluso llegó a explicar los problemas tenidos por su ganadería hace unos años, al caérsele los toros en el último tercio. Analizadas las causas, estudiados los órganos de los animales científicamente, se llegó a la conclusión que el problema era de urea, que con una alimentación errónea para dotar de mayor volumen a las reses, se había adueñado de prácticamente toda su cabaña ganadera. Puesto el remedio, los toros del frío, como se conocen a estos animales, han alcanzado un prestigio merecido, una bravura significativa y una demanda del producto que a la postre es el objetivo de cualquier explotación ganadera.
Antonio Bañuelos además destacó que en las tientas de madres, sobre todo las que se llevan a cabo con la presencia de los novilleros del bolsín riosecano, permite la presencia del público porque eso también influye en que la vaca en vez de distraerse con la gente, se encela con la cabalgadura, siendo este aspecto uno más a tener en cuenta con los animales. Esta respuesta, a pregunta de María Álvarez, fue respondida con la franqueza y campechanía que siempre demuestra el ganadero. Por su parte José María Rueda habló de la importancia de una novillada lidiada en tierras de Valladolid, y más concretamente en Cigales, donde todos los novillos fueron desorejados, dando muestra de bravura y acometividad singulares.
Por su parte, Antonio declaró sentirse deseoso de poder lidiar sus toros en Valladolid, único sitio donde no lo ha hecho aún, pese a contar con numerosos premios y reconocimientos en Francia y en plazas de primera y segunda de las españolas.
Habló también de las fundas de los toros y por qué se ejercitan y colocan éstas para evitar la desaparición de reses, por las peleas entre los animales que diezmaban la cabaña. Y así de cien toros, al final se lidian sesenta y cinco por unas cosas y otras: El 10% se pierden por lesiones, cornadas y situaciones violentas. De ahí que haya visto muy necesario el enfundar los pitones en el último año, antes de lidiarse, con lo que ha mejorado el rendimiento ganadero.
Terminó explicando Antonio la estructura de cuarteles de las 600 hectáreas que cuenta la ganadería y el corredor que hace que prácticamente los toros se encierran solos en las dependencias de corrales, cuando se llevan a embarcar. Esto vino a cuenta de una pregunta de un aficionado que le inquirió si utilizaban caballos o vehículos mecánicos para este manejo.
Una hora después, Domingo Nieto, el responsable de la información taurina en la Cadena Ser en Medina del Campo dio por concluido el acto que contó con numeroso público, pese a disputarse a la misma hora un importante partido de fútbol, entre la ovación de los asistentes.
Fotografías: JOSÉ SALVADOR
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