
Al menos a mí me ha sucedido eso con más de una persona, aficionada, integrada en ese mundillo, luchadora incansable y poniendo de su trabajo, tesón, esfuerzo e inversión en tiempo y dinero. Tal es el caso de un palentino al que aprecio y admiro desde que eché a andar prácticamente en la información taurina, además que hoy ha sido su cumpleaños, sesenta y seis primaveras floridas y hermosas, con alegrías y penas, como las de todos, pero llenas de un trabajo considerado por dirigir la carrera por esas plazas de Dios de toreros y novilleros con caballos, de primer orden.
En estos momentos lleva y representa como apoderado a Jesús Gómez «El Roque», novillero salmantino de esos aguerridos que no se arrugan ante nada y tienen una forma de entender la fiesta plena de valor y arrojo. Jesús Gómez, pupilo de Francisco José Lorenzo, está toreando por esas plazas francesas y mostrándose como lo que es, un torero de raza y valentía.
También lleva al maestro Marco Antonio Gómez, el torero futbolista sevillano afincado allá por tierras de Ampuero en Cantabria y ahora León que tras su última aparición vestido de luces dejó escrito: «Ayer, por el 9 de mayo, tenia que ser y fue, agradecer a todo el que vino y que creo que salió contento de una tarde de toros, a seguir de frente y con la mente, el alma y el espíritu puesto en una plaza. Quiero Madrid y sé que llegara. Agradecer el brindis a Saúl Jiménez Fortes. Sus palabras son una forma de honrar el toreo. La emoción de la gente en la plaza se me quedara para siempre. Y agradecer a Francisco José Lorenzo todo el trabajo que realiza. Es más fácil arrimarse sintiéndose tan apoyado por alguien«.
Los toros, sin duda alguna, encumbran la amistad, las relaciones de unos con otros, estrechas, profesionales como en este caso y sobre todo solidarias, amicales, plenas de sentido y así en numerosas veces estamos viendo la entrega de muchos hombres que viven del y para el toro, participando unos con otros en el día a día, aupando, escuchando, llevando y trayendo, acompañando, riendo y llorando juntos y sobre todo apurando el tiempo de la profesión y de la vida en un hito entrañable de apoyo y servicio mutuo.
Por eso, hoy que cumple años mi amigo Francisco José Lorenzo, un palentino recio y entero al que conozco desde que entré a contar las historias de la Tauromaquia y de cuantos taurinos la hacen mejor cada día, el recuerdo, el apoyo, el ánimo y el abrazo van hacia él.

Y dentro de unos días nos veremos en Pedrajas.
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