
La noticia saltó como tantas y tantas que vienen repentinas o solapadas, siempre restallantes y amargas para quienes le conocieron. El torero burgalés Rafael Pedrosa, ha muerto en Burgos, me dice mi buen amigo Luis Miguel Rodríguez que tiene unido su destino empresarial con el diestro burgalés más conocido y a quien aprecio, José Ignacio Ramos, a través de la red social de comunicación instantánea y en ella se suceden los comentarios de una persona que también toreó en Tordesillas con un vallisoletano querido y respetado como fue Fernando Merino.
La verdad que en el coso del Plantío burgalés donde por San Pedro hemos estado viendo el arte de torear en numerosos toreros de hoy, sus viejos ladrillos se habrán estremecido al saberse la noticia de integración de la memoria de un torero, bueno y amable, entre su paramento, primero por ser de Burgos y después por ser torero. DEP, Rafael Pedrosa.

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