El Museo taurino de Valladolid tiene abierta una exposición de pintura y escultura de Gonzalo Coello y de José Luis Pascual digna de contemplación y visita, hasta el 15 de julio, de martes a domingo y con entrada libre.
Los toros de Gonzalo Coello están hechos en bronce fundido a la cera perdida y forman parte de una serie que inició en 1990. Él rinde un homenaje a la bravura y trapío del animal, que siempre está solo. Ahora, las piezas expuestas en el Museo Taurino junto con los cuadros de José Luis Pascual, un pintor de Arnedo, pueblo de la Rioja con mucha afición a la fiesta. Allí vio un día torear a El Juli y decidió especializarse en ese particular universo. La exposición se titula ‘Mano a mano’ y fue inaugurada por el alcalde, Javier León de la Riva, en vísperas de la festividad de San Pedro Regalado, el fraile patrón de Valladolid y de los toreros.
Esta muestra tiene como objetivo invitar a visitar el recinto del Museo tanto a los interesados por la tauromaquia como por al arte plástico. Las esculturas de Coello tienen movimiento, porque representan la fuerza y la violencia del toro en la plaza a través de un personal expresionismo. También en los cuadros de Pascual, interesado por detener los pases y gestos de diferentes toreros en el ruedo, hay movimiento. Pinta también el campo con los toros y las dehesas al fondo. Su pintura impresionista con un cromatismo que ha servido como cartel de festejos, está en ocasiones protagonizada por los maletillas, que esperan su oportunidad apoyados en la pared o juegan a ser matadores. “La exposición- dijo Javier León de la Riva– es un ejemplo de que los toros han formado parte de la cultura española desde hace siglos y han sido protagonistas no sólo de pinturas esculturas y grabados, sino también de libros y poemarios, como los de Federico García Lorca”. Por eso, en la inauguración volvió a unirse el arte con la literatura al declamar el poeta Andrés Bermejo, algunas composiciones ‘¡Eh! toro’ y ‘El brindis del mendigo’, dedicada a un antiguo maletilla que conoció en la Plaza Mayor de Salamanca. Dos artistas y dos concepciones del arte taurino. Un mano a mano brillante, de vuelta al ruedo y digno de aplauso. ¡Enhorabuena a la Dirección del Museo taurino de Valladolid!.
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