Desde muchos lugares ha sido comentada la actuación de ambos personajes, el diestro de Plasencia Juan Mora y el empresario arevalense Martín Perrino, estrechándose las manos para que éste lleve los negocios y contrataciones de aquel. Y la verdad es que no hay comentarios negativos al respecto, antes al contrario. Martín es un hombre que ha llevado, entre otras, las ferias de Ciudad Rodrigo, Arévalo e Íscar con profesionalidad y resultado artístico notable. Además ha dado toros populares y encierros en dichas localidades dentro de las fiestas patronales, cuya organización taurina se le encomienda.
Martín Perrino lleva dando la feria de Arévalo desde que acompañaba a su padre para ejercer esa actividad, siendo además el alma mater de la estupenda plaza de toros que el Ayuntamiento de Arévalo construyó con una norma de comodidad, operatividad y afición digna de destacar y que todos cuantos han conocido las instalaciones han llegado a reconocer la adecuación de las mismas.
Martín Perrino, un hombre que lleva trabajando en Arévalo, su pueblo natal, desde que muy jovencito acompañaba en la gestión taurina a su propio padre es un empresario que no sólo predica sino que además da trigo. Él ha sido capaz de llenar hasta la bandera la plaza de toros de la localidad abulense con una corrida de toros que competía con un partido de la selección nacional de fútbol, tal y como comprobé yo mismo hace un par de años cuando se celebró el mundial futbolero.
Martín ha llevado unos toros y unos festejos a Ciudad Rodrigo, sitio en donde este año ha tenido la concesión y organización del carnaval del toro, que los aficionados hablan y no paran de elevar a lo más alto los festejos taurinos populares de Miróbriga. pero donde Martín se muestra exultante, esforzado y con pasión es en su propio pueblo de Arévalo, donde año tras año, viene ejerciendo de encargado de dar los toros cuando llegan las fiestas patronales.
El resultado de Íscar puede verse en esta misma página. Perrino en su primer año al frente de los festejos de la localidad maderera revolucionó y aupó los carteles a una categoría inusitada, plena de importancia y seguida por el público, bien es verdad que con el estigma de la crisis a las espaldas, lo que no fue óbice para que en uno de los carteles se ofreciera una corrida de Cebada Gago; el duelo entre Mendoza y Ventura a caballo; y una tercera corrida de toros en la que David Mora se proclamó triunfador merecidamente del ciclo.
Y Juan Mora, Juan José Gutiérrez Mora en el Registro civil de Plasencia, un torero afincado en Sevilla que atesora en sus manos una torería inapelable, de raza y belleza. El matador, en su plenitud, está completo en edad, dignidad y gobierno o traducido al toreo en madurez, arte y valor, lo que significa que dará tardes memorables a los aficionados en esas plazas de España.
Dos hombres que han unido su destino en la profesión del toreo para la próxima temporada. Ojalá, así lo deseamos fervientemente, que sea para bien.
Foto: Fermín Rodríguez
Luciano dice
Juan Mora no está afincado en Sevilla. Reside en Las Rozas (Madrid) desde hace muchos años.
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