Ahora que los empresarios dan vueltas a la cabeza y a las ideas para conseguir que los espectadores se acerquen a las plazas de toros, especialmente en estos momentos de extraordinaria dificultad, uno de ellos, haciendo las cosas bien, tiene el lleno garantizado en Arévalo. Así viene sucediendo año tras año, al comienzo del mes de julio, desde que la feria de San Victorino corre a cargo en la gestión del arevalense Martín Perrino, un hombre enamorado de su trabajo y de la causa taurina desde que ya con pocos años de edad acompañaba a su padre en las tareas de gestión para organizar toros en los pueblos.
Martín tiene ya un amplio bagaje con Arévalo, la tierra de la Moraña, con afición profunda y gusto por los toros, pues son dieciséis años los que lleva organizando los festejos y con la intención de esparramar el nombre de Arévalo no sólo por el cochinillo sino también por sus incomparables festejos taurinos, a lo largo de la geografía regional.
Se prevé por la marcha del taquillaje y abonados, lleno total en su graderío que cuenta con 4500 localidades en un plaza inaugurada hace un par de años con las comodidades propias de este tipo de instalaciones y la presencia siempre de las figuras del toreo: El año pasado, sin ir más lejos, el aforo estaba hasta las tejas y compitiendo además la corrida de toros patronal con un partido de España en el mundial de fútbol.
Por aquí han pasado Morante; El Fandi; Cayetano; Pablo Hermoso; Leonardo Hernández… y este año harán el paseíllo dos monstruos del toreo moderno como son Manzanares y el Juli para lidiar, junto con Paquirri, una hermosa corrida de Garcigrande.
En fin que a Martín Perrino, un empresario de Arévalo heredero de una saga en la que su padre desempeñó durante una treintena de años el mismo oficio, le puede la ilusión y sobre todo el cariño para con sus propios paisanos.
Bueno es dar a conocer a estos personajes como Martín Perrino que con esfuerzo, saber hacer y tesón ofrecen lo mejor de su gestión, aportando mucho trabajo y la mejor cartelería a su propio pueblo natal.
Empresarios modestos que tienen a gala el esfuerzo de cuantos se ponen delante de un toro y ofrecen al público un producto acabado, atrayente y espectacular, conjugando precios y estirando y controlando al máximo los recursos obtenidos.
De esta manera, ¡cuántos responsables de localidades cercanas deberían seguir el ejemplo!.
Ánimo, Perrino, y que Arévalo te lo premie!.
aficionado dice
Por favor que amplien ésta plaza de toros, se queda pequeña para estos eventos de tanta calidad y muchos nos quedamos sin poder verlo en vivo y directo, gracias.