Poco tiempo, casi como quien dice en el primer tercio de la lidia de su relación personal y profesional empezada allá por el mes de noviembre, Juan Mora y Martín Perrino han puesto fin a su relación de apoderamiento dándose así al traste con el proyecto en el que ambos se habían embarcado. Juan Mora no irá a Madrid y en unas declaraciones hechas en Burladero se reproducen sus agrias palabras que textualmente son éstas: «mientras se pretenda contratar a un torero como si de un mercenario se tratase,a mí,que ni me llamen.»
Ambos, torero y apoderado se han reunido esta mañana, formalizándose la ruptura, aunque se diga que el torero se va agradecido por la buena intención del empresario arevalense, despidiéndose con un abrazo.
Martín Perrino, por su parte ha declarado que » estoy muy agradecido a la empresa de Madrid y a su trato para con nosotros. No entiendo como un torero que no toreó casi el año pasado dice que no a dos tardes en Madrid. La primera que nos habían ofrecido era el Domingo de Ramos con la corrida de Torrestrella y la segunda era una tarde en San Isidro en las que nos dieron para elegir entre diez corridas de toros. El tema monetario tampoco creo que fuera un problema. Era un dinero digno porque no le ofrecían lo mismo que tras cortar tres orejas en Madrid».
Martín Perrino ha lamentado no poder llevar a buen puerto este proyecto, el cual » en vez de un camino de rosas ha sido un camino de espinas. Sabíamos que la temporada de Juan Mora tenía que pasar por Madrid sino quería acabar toreando seis festivales».
Juan Mora toreó recientemente en el festival de Ciudad Rodrigo, con motivo del carnaval mirobrigense.
La verdad es que poco ha durado la unión de estos dos personajes, uno un torero que explotó su vena artística en las Ventas el pasado año y otro, el empresario arevalense que quiso dirigir la carrera del diestro de Plasencia.
Foto: Fermín Rodríguez
Luciano dice
Ni 10 ganaderías para elegir ni un dinero «digno». El apoderado ya conocía el caché y la pretensiones económias del torero. La empresa le menospecia afreciéndole una limosna que no está la alura de su categoría. Ni de su calidad como torero ni de su trayectoria. Se habla mucho de los «pegapases» englobando en el término a la mayoría del integrante del escalafón actual. Lo cierto es que los aficonado buscamos lo distinto, algo diferente; y en eso nos encntramos a muy pocos: Morante, José Tomás y poco más. Los demás se parecen bastane. Pero Juan Mora, no. Juan Mora no se parece a nadie. Solo se parece a Juan Mora, con su estilo propio, tan personal, ta distinto, tan clásico, tan natural, tan cadencioso, tan del gusto de los aficonados. Pero la empresa de Madrid quiere contratarle por el mismo dinero que ofrece a jóvenes desconocidos. No, hombre, no. Juan Mora no merece ser menospreciado; y como es hombre y torero de honor, se queda en su casa.