Entra mayo, el mes de las flores y de la luz más intensa, en nuestras vidas con el resplandor torero singular de San Isidro en Madrid, Sevilla, Jerez y Valladolid y de otros tantos sitios en donde se van a correr los toros para deleite de la afición. También pueblecitos que aportan sus caudales para celebrar una fiesta con toros por la calle como recientemente han hecho en La Seca, en Villafrechós, en San Román de Hornija, en Laguna o en la Cruz de Mayo de Valdestillas, .
«Todo es bueno para el convento»- decía el fraile. Y aunque lleve la puta al hombro como los poco estéticos y criticados «toros de cajón«, no por eso son de despreciar. Siempre se dice que todo es tauromaquia, quizás y en ocasiones, con arraigo mucho mayor en el pueblo que la reglada, la fetén, la de colores y luces y sin embargo vista por una parte de los taurinos como ausente, retrógrada, negativa, poco buena, impropia… con lo que la división se hace a veces más que notoria y especial.
Pero ha llegado mayo, el florido y hermoso que sacaba en otro tiempo el abril lluvioso y el marzo ventoso y ya prepara San Pedro Regalado de la Aguilera su capotillo de seda para torear en su casa, en Valladolid, picándose con el abrojo algunas veces de la capital del Pisuerga y en esta ocasión la empresa de la plaza del coso del Paseo Zorrilla aglutina los dos aspectos en un encuentro taurino de singular importancia: Toros, recortes, quiebros y lances a cuerpo un día y toreros de postín, corrida y arte al siguiente completan un programa que dará a Valladolid sentido torero y taurino pese a las cortapisas sufridas y padecidas por políticos de nuevo cuño que prohíben e imponen a los demás sus gustos e intereses.
Sigue Sevilla con la feria de abril y acto seguido sin solución de continuidad, la del caballo de Jerez mostrará su color insuperable. Y la catedral del toreo, Madrid, ofrece el clavel reventón de su feria de San Isidro única, singular, espectacular, llena de atractivo para el público y aficionados. Y todo en Mayo, florido y hermoso, como ayer, igual que ayer, mejor que ayer.
Por todo ello, muchos artistas se fijan en su amalgama de colores, sonidos y tenue polvo, tal y como hace el pintor zamorano Ercilio Vidriales en la ilustración con que se abre este comentario, porque mayo es luz, explosión de vida y gracia siempre alrededor de la fiesta de los toros.
María dice
Para mi que soy taurina mayo mes de las flores hermoso y taurino, es todo el año