Mayorga de Campos, el pueblo de Santo Toribio al que sus vecinos gustan de llamar solo Mayorga, marca una muesca más en los muchos festejos taurinos que se llevaban a cabo por San Miguel, cerrando prácticamente la temporada taurina junto a Olmedo y Castronuño en la provincia de Valladolid.
Y siempre nos ha gustado ver al mocerío de Mayorga llevando el compás a golpe de cayado contra un tarugo grande, al que llaman como baile de «EL PEPE» abriendo plaza. Esos recuerdos tan gratos son hoy, día de San Miguel, enfundado en la máscara anti virus que todos debemos llevar, motivo de noticia y memoria.
Mayorga este año no celebra El Vítor como hacía siempre, a partir de las 10 de la noche con la procesión cívica más original y curiosa en muchos kilómetros a la redonda. Es la manifestación de la fe y de la esperanza juntas en torno a la figura egregia de un hombre entregado con pasión y dedicación cristiana a su pueblo y a los peruanos de Lima. Un 27 de septiembre de 1752 la reliquia de Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo llegaba a Mayorga, su pueblo natal. Debido a que era ya de noche los vecinos salieron con teas o antorchas para poder iluminar el camino. Este es el origen de dicha singular manifestación en la que se quema la pez de pellejos y serones de vino izados en un varal cayendo las gotas ardientes sobre las cabezas de los fieles que se protegen con grandes sombreros y ropas que tapan la piel para protegerse de las quemaduras. La impresión de la comitiva que sale de la ermita de santo Toribio y llega hasta la Plaza mayor de la localidad donde las gargantas de todos los mayorganos cantan con emoción el Himno a su santo colma a quien mira y enorgullece a quien participa.
La Asociación cultural taurina ASTAMA de la que no nos hemos olvidado y que forma parte e integrada en la Federación taurina de Valladolid seguramente se hallarán tristes por no poder celebrar esta gran fiesta de su pueblo como ha sucedido con la totalidad de quienes integramos la Comunidad autónoma de Castilla y León en todo este verano, otoño e invierno que nos espera.
El Despejo hecho por un grupo de la localidad haciendo el recorrido con el baile de «El pepe» a los sones de los músicos que amenizaron el espectáculo y golpeando con sus varas el bastón mientras cantaban a coro: «A Chencho un toro, ¡qué vamos a hacer! le rompió la capa en el redondel, le rompió la cara y nosotros también». Esta es la letra que en Mayorga entonan con alegría alrededor de su plaza, antes del despeje y paseíllo de los toreros el día de San Miguel y el Santo Toribio y el de su fiesta.
Mayorga, ánimo y pronto tu plaza volverá a correr toros como estos del recuerdo que siguen en nuestra memoria.
Fotos: José FERMÍN RODRÍGUEZ
Deja una respuesta