La mesa de la clausura de las XXIV Jornadas culturales y taurinas alcanzó una proporción desmesurada a todas luces pues una decena de componentes se asentaron en ella para la jornada que ponía punto y final a una actividad desarrollada en Rioseco para fomento y gloria de la fiesta de toros. En esta ocasión se juntaron dos aspectos primordiales, uno el de la presentación de la Agenda taurina de Vidal Herrero, un libro que importa y mucho a todos los aficionados y un segundo la conferencia coloquio a cargo del escritor y ginecólogo Alberto Pizarro, autor además del texto: «De Enríquez a Manrique, una taurología«. La clausura de estas jornadas corrió a cargo del Delegado territorial de la Junta Pablo Trillo- Figueroa.
Vidal trajo consigo una cuadrilla entrañable, profesional y que arroparon su labor con brillantez. Tal fue el caso del venezolano William Cárdenas, presidente de la asociación internacional de Tauromaquia y el catedrático Antonio Purroy Unanua, mientras que al doctor Pizarro lo acompañaron el Presidente de la Peña, Chema Rueda y el de la Federación taurina de Valladolid Justo Berrocal así como el industrial Raúl Manrique. El Alcalde al ciudad. Artemio Domínguez acudió también al acto para dar la bienvenida a la amplia concurrencia que se concentró en el salón del Casino Círculo de Recreo de la ciudad de los Almirantes. A quien esto escribe le cupo la honra de ordenar «la lidia» en esa corrida simbólica monstruo donde no faltó la anécdota del estropicio y caída de los micrófonos que hubo que solventar a capela dirigiéndose a la concurrencia hasta que los servicios técnicos pudieron paliar el problema. Pero, en fin, así son las cosas.
Lo importante el desarrollo del «festejo» que dejó admirados a cuantos acudieron a oír a todos cuantos intervinieron. Vidal dando publicidad a su agenda taurina recordando a Rafael y Ángel Peralta quienes cincuenta años estuvieron en el marro de la llevanza y ejecución del más importante festival taurino que se celebraba en toda España.
William Cárdenas, apodado «el torbellino» dijo que en su trabajo había llegado al corazón de España y que la tauromaquia es el primer elemento que debe ser incorporada al Patrimonio Cultural de la humanidad. Dejó dicho que quien ataca es vehemente y constante y hay que seguir en la brecha. «Esto es una cruzada por nuestro patrimonio cultural», dijo en otro momento.
Antonio Purroy catedrático e investigador en la producción animal habló de la Agenda de Vidal como el Cossío del siglo XXI por los temas tratados, los aspectos destacados y la difusión que se ha ejercido.
Alberto Pizarro intervino con acierto, propiedad, sentido del humor en ocasiones, pinceladas de entretenimiento y curiosidad, además de deleite arrancando de la paradoja del acto al presentarse una agenda taurina en un casino donde el juego era la moneda de cambio. Analizó el festival de Rioseco así como la génesis del mismo desde que los ancianos del asilo solo tomaban sopas con sebo y sustentado en cuatro pilares fundamentales: Los aficionados locales; Los Hermanos Molero; Luis Miguel Dominguín y Rafael y Ángel Peralta. No faltó la anécdota del rezo de todos los diestros en la capilla donde aparece una serpiente tremebunda; el borrón de Jaime Ostos atribuyéndose mérito que él nunca tuvo ni ostentó en este festival taurino antes bien «se dedicó a comer el jamón a las monjas»; la cicatería de Antoñete y Manolo Vázquez que cobraron un millón de pesetas por venir a torear y la grandeza de Ángel Peralta, el centauro, poeta y cirujano veterinario que cambió el rumbo de este acontecimiento.
Por último cerró el acto el Delegado de la Junta de Castilla y León, Pablo Trillo quien se declaró admirado y formidablemente sorprendido por la categoría del acto así como del contenido. Felicitó a los organizadores, hizo votos por la unidad en el mundo del toro y declaró cerradas estas jornadas, «echando el cerrojo de las mismas» hasta el año que viene.
Fotos: José Fermín Rodríguez.
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