Ya está llamando San Pedro, el «torilero» del portón del cielo a las puertas del calendario anual taurino por nuestra tierra, donde Zamora y Burgos ofrecen un extraordinario bagaje de festejos taurinos, meditados, trabajados y plenos de interés para todo el público.
Los carteles están ahí y ya pueden recabarse las entradas para acceder al Coso de la Amargura o al del Plantío, regidos con tino y calidad por el vallisoletano Carlos Zúñiga. Pero el motivo de aparecer ahora en este noticiario es hablar de dos muchachos, uno que se va a doctorar en Zamora de la mano y padrinazgo de los ya maestros Cayetano y López Simón, Clemente Dubecq, el novillero de Burdeos, al que tantas tardes hemos visto torear, sintiendo con él la emoción, el triunfo y la decepción como todo en la vida, pero que se ha ido superando, día a día, entrega tras entrega, aparición tras aparición consiguiendo estar ya más que preparado para dar el salto al escalafón de «matadores de toros» está hecho de clase y torería. Sus cimientos han sido más que tratados sólidamente. Conformado en la Nava del Rey, a escasos kilómetros de las dehesas salmantinas y vallisoletanas para tentar las reses y prepararse a conciencia con José Miguel «Suso», hoy en las filas de José María Manzanares, Clemente es un muchacho sencillo, educado, sincero y leal con su propia gente.
El día 29 en Zamora tiene su cita con el toro bravo. Seguro que no defraudará a quienes se acerquen a la ciudad de doña Urraca a presenciar este acontecimiento litúrgico y emotivo de investir a un nuevo torero con el abrazo de la alternativa. La esperanza puesta en él por su mentor Carlos Zúñiga que lleva años formándole en su personalidad como torero y preparándole para integrarse en el llamado escalafón, es grande y capacitada. Ojalá, y ese es mi deseo, que Clemente encuentre el camino de su toreo, de su expresividad, de su temple y de su raza. Suerte, torero!.
Y A MALDONADO EN MADRID
Nuevo en esta plaza. Así anuncian a Ricardo Maldonado, el joven novillero de Valladolid que a sus 23 años va a debutar en las Ventas este mismo domingo, 26 a las siete de la tarde. Le acompañarán en la terna Juan Carlos Carballo y el llamado Gallo de Córdoba, Andrés Jiménez, para despachar una novillada picada de El Sierro.
Tuve la fortuna de estar con él en la misma mesa en un coloquio taurino hace unos días en Castronuño y, cuando la moderadora le preguntó por las novilladas que había toreado esta temporada antes de ir a Madrid, contestó que ninguna. Pero que su deseo ferviente era lograr hacer un digno papel en dicha oportunidad que, como a la ocasión, siempre la pintan calva, está más que dispuesto y con la entereza necesaria para dejar su impronta en Madrid.
Es verdad que las cosas y sobre todo las flautas toreras no suelen sonar nunca por casualidad y menos en Madrid, la catedral del toreo, que dignifica y promociona a los hombres de luces o les aplasta con la losa del anonimato.
Madrid es la cita para Ricardo Maldonado que él mismo no quiere perder.
Por eso, por su decisión, por su entrega y por su «sí quiero«, espero que este matrimonio de Madrid con Maldonado sea para bien y le abra las puertas de la contrataciones.
En resumen, dos muchachos a los que he seguido en varias ocasiones, Clemente y Maldonado, les he visto torear y he ido junto a ellos en este difícil paseo por la fiesta de toros. A los dos, como en las cartillas viejas militares, el valor se les supone como lo han demostrado con creces, bien es verdad que uno culmina una nómina amplia de éxitos y festejos y el otro va a intentar ganárselos. Honradez y torería, suerte para los dos.
Fotos: José FERMÍN Rodríguez/Archivo Federación taurina Valladolid
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