Desde aquel viejo y ya destartalado museo de Don Emilio Casares Herrero, uno de los más importantes coleccionistas de asuntos taurinos de nuestra tierra, investigador incansable y autor de numerosos libros de toros que pudimos contemplar, conocer y leer en vida del distinguido vallisoletano, hasta la desaparición del Museo del toro de la Plaza de Valladolid por decisión inmisericorde del Consistorio municipal que arrambló por aquello de las modas buenistas y de la falta de asistencia de público a visitarlo, con una mentira mil veces repetida hasta que se hizo verdad, solo quedan en la provincia de Valladolid algunos lugares y domicilios particulares en donde se custodia buena parte del acervo increíblemente espectacular del mundo de los toros en sus más que variados aspectos.
Javier Fernández Cisneros, un aficionado de Pedrajas de San Esteban, guarda en su casa una amplia y variada colección de objetos taurinos singulares con su correspondiente documentación histórica, enseres, libros, divisas, banderillas, cuadros, fotografías y recuerdos que hacen de su casa una caja de Pandora reivindicativa de la Fiesta de toros. Ahora el hombre se dedica a divulgar la fiesta a través de las ondas de la radio, una emisora que llaman «Radio Pedrajas» y que todos los lunes emite un programa sincero y emotivo con el sugestivo título de «Me gustan los toros«.
Hay que destacar aquí, por ser de justicia, la labor recopiladora de la Biblioteca digital taurina de Castilla y León que ofrece gratuitamente la Junta de nuestra Comunidad autónoma con una estructura fácil de entender, práctico uso y consulta y acopio de palabras, textos e informaciones que pueden leerse desde la cómoda mesa de nuestra misma casa. La Biblioteca digital taurina de Castilla y León ha entrado en la vida de todos los aficionados y es objeto de consulta y análisis por aquellos quienes, valerosos ellos, quieren ampliar el estudio de la singular y genuina fiesta de los toros.
Los Museos taurinos sirven a estudiantes universitarios que desean escribir sus tesis doctorales acerca de esta actividad incardinada en lo más profundo del alma española, recogiendo los datos de esa parva inmensa que son los escritos de toros que en ellos se guardan. Por citar un ejemplo, todo el archivo de los Bienvenida tal y como se custodia en el Museo taurino de Badajoz, ha sido y es utilizado por expertos que se acercan a su emblemático recinto.
Cuando hablamos y tanto de la antropología y los recursos etnográficos para entender nuestro misma realidad, los Museos taurinos albergan entre sus paredes los gritos de la historia y los hechos acaecidos en un tiempo glorioso, sencillo, ameno, trágico, duro y complicado para tantas y tantas personas que dieron y dan su vida a la llamada fiesta de los toros.
No puedo, ni debo ni quiero, olvidarme del Museo taurino de Salamanca «Primitivo S. Laso», al pie de su plaza mayor, con la muestra hermosa y atrayente de una vocación de hombres que dedicaron su existencia a cantar, fomentar, animar y reverdecer la fiesta en la que un animal totémico, singular, único e irrepetible, emerge victorioso entre todo el conjunto de seres vivos del reino animal existentes en este mundo.
Fotos: FERMÍN Rodríguez y J. López
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