Raro era el pueblo, el momento y el lugar en donde los chavales no jugaran al toro por sus calles, como uno más de los múltiples juegos que había entre los infantes antes de entrar la técnica formidable de viodeoconsolas, televisiones de plasma, imágenes y sonido absorbentes y el cambio de costumbres entre los seres humanos, con padres superprotectores y cuidadosos de objetos con los que podían jugar y no sus hijos con otros niños.
Uno de los aspectos más considerados en nuestros pueblos era el juego de los toros en el que todos de alguna forma hemos participado en nuestra infancia. Unos cuernos limpios y sujetos con un palo servían perfectamente para correr por las callejuelas y las plazas y pasar un rato de jolgorio, diversión y entretenimiento que a la postre era lo que todos buscábamos. Y así, chicos y chicas de varias edades gritaban, corrían, voceaban, se subían a una ventana, a una reja o esquivaban con el quiebro el ímpetu de la embestida de aquel que hacía de toro.
En los momentos de pausa, pues los chiquillos son incansables, posan junto al torero que les enseña cuestiones prácticas y manejo de trastos ante las reses lidiadas con arte, afición e indudable compostura torera.
Y mientras, una de las niñas participantes se acerca medrosa, pero venciendo el miedo como buen torero, a ver si son o no de verdad los animales que tanto corretean y con esos cuernos, llevados por unos aficionados que acercan cada día un poco más la tauromaquia a los niños.
Es motivo de interés y de consideración que fomentar entre los más pequeños la fiesta de toros también puede y debe hacerse con este método lúdico, jocoso y entretenido explicado, para acercar con un juego de niños los toros a toda la comunidad pequeña de aquellos pueblos, sitios y lugares en la espera de que algún día puedan verlos de verdad.
Así lo ha entendido el novillero García Corbacho que esta tarde lidia en Barcarrota y con los niños de allí pasó la tarde y jugó al toro como él conoció. Ahí está un acicate para que los niños vayan, vean, jueguen y sigan gustando el emocionante, singular y bello juego del toro.
Otro lo pone la empresa de la Plaza de Valladolid TAUROEMOCIÓN que abre sus puertas prácticamente gratis et amore a los niños en la próxima feria de San Lorenzo.
Deja una respuesta