Dos orejas cortadas por una estupenda faena, asentada, con oficio y clavando en lo alto a un toro de Flores Tassara ha sido el merecido premio obtenido por la rejoneadora Noelia Mota, felizmente recuperada para el toreo a caballo en las plazas de España, dentro del coso de la Villa de Íscar, abriendo los festejos taurinos de feria.
Sus compañeros Paulo Jorge Santos y Leonardo Hernández obtuvieron una oreja cada uno de ellos por lo que fue imposible que la acompañaran para salir por la puerta grande del fantástico y acogedor coso de Íscar.
Y es que la primera parte de la corrida estuvo algo mejor que la segunda, porque los toros, aquerenciados a toriles y distrayéndose demasiado con los movimientos del callejón, con idas y venidas de auxiliadores, toreros y personal, se acogieron a sagrado, como quien dice, en el terreno de chiqueros, donde tuvieron que sudar tinta los caballeros rejoneadores para dar cuenta de sus lotes respectivos.
Primero de todo decir que los toros de Flores Tassara estuvieron extraordinariamente presentados, con cuajo y kilos, pero sin transmisión alguna a medida que avanzaba la lidia e iban cayendo sobre sus lomos los rejones de castigo, garapuyos, banderillas, largas y cortas, rosas y demás aditivos acerados, se aculaban en las tablas de toriles y allí fue prácticamente imposible que los rejoneadores pudieran hacer faena.
El caso es que no empezó mal el festejo, seguido por media entrada de público, jocoso y en fiestas. El rejoneador portugués Paulo Jorge Santos, vestido a la federica, que abrió plaza, paró, templó y mandó al ejemplar que tuvo muchos pies de salida, haciendo pasar algún apurillo a uno de los auxiliadores que consiguió meterse en el burladero y birlar al toro la presa fácil, antes del topetazo furioso. La doma de Paulo en sus dos toros estuvo muy aseada, haciéndolo todo con esfuerzo ante la falta de raza del animal. Así, a su primero lo despachó de un rejón de muerte citando en corto al parado animal y fue premiado con la oreja por el Presidente de la corrida, Chema Rueda, asesorado en el palco por el medinense Casares, en tanto con el segundo que templó con torería hasta que ya se le hizo imposible la lidia, acabó con él de rejón trasero y descabello, recibiendo aplausos de la concurrencia.
Leonardo Hernández, a quien al final del festejo el alcalde de Íscar le entregó una placa de reconocimiento, toreó muy bien con «cairel«, «oh 31» (¡qué nombrecito más extraño para un caballo!) y «humorista«. Especialmente con las banderillas, toreando de frente y por derecho, hizo lo mejorcito de la tarde.
Logró cortar una oreja a su segundo y ante el imposible quinto, muy mal rejoneado en el primer tercio, ni con «quieto«, ni con «ópalo» ni con «burladero» fue capaz de hilvanar una faena merecedora de reconocimiento. Felizmente cuando el toro, tras hacer amago de echarse, fue pasaportado al desolladero, la gente suspiró aliviada y aplaudió levemente al caballero.
Y llegó la niña, la mujer torera, Noelia Mota. Afición, ganas, gusto y torería no le faltan a la guapa moza. Me viene a la memoria ahora mismo, justo cuando salía por la puerta grande y pude saludarla personalmente para darla la enhorabuena e indicarla que en la web de la federación podía ver sus fotos y la crítica a su hacer en la tarde de hoy, ella me dijo con una vocecita dulce y melodiosa, «pero póngame bien usted en su crónica».
Y una petición así, tan de verdad, no podemos obviarla, a fuer de ser sincero. Pero Noelia estuvo muy bien con «góngora» ejerciendo de torera a caballo con sentimiento, ganas y buen hacer. Luego con «rayito», citando de frente, de poder a poder y consintiendo, logró colocar las mejores banderillas de la tarde. Cuando atronó al animal de un certero rejonazo, las dos orejas merecidas cayeron en el esportón de la amazona.
Luego vendría el que cerró plaza, imposible y aculado, al que bastante hizo con despacharle, haciéndolo todo con » nevado«, un precioso ejemplar de su cuadra.
Al final del festejo fue sacada a hombros de la plaza entre los aplausos del público y el reconocimiento de las damas de las fiestas iscarienses que la entregaron un ramo de flores.
Y es lo que nos queda en la retina de la tarde pasada hoy en Íscar, acompañado de Serrano, Horacio, el padre de Severino, y Miguel, con quien compartí sitio en el callejón, además de Simón Caminero y el alcalde de Íscar Alejandro y la mejor ovación para José Luis Gutiérrez, el director de la Banda de Íscar por amenizar de esa forma tan bella la corrida. Y mañana será otro día.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros de Iscar.
1ª de la feria. Media entrada.
6 toros de Flores Tassara, bien presentados pero sin transmisión.
Paulo Jorge Santos, oreja y aplausos.
Leonardo Hernández, oreja y aplausos.
Noelia Mota, dos orejas y ovación.
Reportaje fotográfico de: José Fermín Rodríguez.
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