Esto es una noticia de prueba, voy a pegar un texto para alargarla
El último encierro de Cuéllar dejó la buena sensación de haber terminado con la buena ejecución del rito. La manada de Manuel Blázquez unida desde el inicio del encierro en el campo llegó al embudo poco antes de las nueve y media. Allí comenzó a imprimir velocidda y los animales fueron tomando posiciones, como si de una carrera se tratara, los novillos, los seis, se posicionaron delante de la parada de cabestros y así se mantuvieron a lo largo del itinerario urbano.
En el inicio de la carrera, un novillo castaño fue abriendo y lanzando tímidos derrotes hasta la subida de Las Parras; la manada se compactó y permitió bonitas carreras con los seis novillos en manada. Con buen tranco los animales se aproximaron hasta el coso dejando ligeramente rezagado al novillo colorado que comenzó abriendo manada.
Cuando el reloj marcó las nueve y media, todos los novillos se encontraban ya en el coso cuellarano a la espera de la parada de cabestros.
Este último encierro fue el encierro deseado, un encierro en manada, compacto y con los novillos por delante a un ritmo idóneo para situarse a escasos centímetros de los pitones y sentir la consumación de un rito centenario.
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