Hace unos pocos años que conozco a Mariano Jiménez, un hombre que tiene asentados sus reales y su familia en Pelayos de la Presa, pueblecito de la comunidad de Madrid junto al pantano de San Juan. El respeto y el cariño mutuo ha sido siempre la nota dominante de este joven muchacho quien se vio apartado de los toros a causa de una fea cornada propinada en el vientre por un toro de Valdeolivas allá en la plaza de las Ventas un 12 de octubre de 2001., al intentar prender un par de banderillas.
He seguido con él varias de las ferias taurinas que él mismo prepara en diversas localidades con la joven empresa que recientemente ha constituido llamada Espectáculos taurinos y Gestión S.L. y en la que tienen su importancia, decisión y participación sus socios y amigos José Ignacio Ramos y Luis Miguel Rodríguez. Realiza su trabajo y se gana el pan de los suyos dando festejos de toros cada temporada taurina y anda de acá para allá, dejando su actuación seria , reflexiva y profesional en los sitios en que los ayuntamientos le dan la concesión para que ponga en marcha la feria anual.
No es que la terna, salvando las distancias, se parezca a aquella otra con la que actuó en las Ventas el recordado 14 de junio de 1992, logrando salir por la puerta grande tras cortar una oreja a un toraco de Moura y a otro de Torrealta llamado «zorrito» que cerraba corrida y al que toreó con la elegancia y arrojo de su singular mano izquierda. Alternaba con Curro Romero y Curro Vázquez y los dos grandes maestros vieron cómo este muchacho salía en andas triunfal llevado por los costaleros, una vez acabada la corrida.
Marianito, como le llaman sus más directos allegados; Mariano, Mariano Jiménez, como le conocemos quienes nos honramos con su amistad cordial, es un hombre que está trabajando por llevar y acercar aires nuevos a la tauromaquia. Gestión eficiente y un espectáculo serio y garantizado, sin trampa ni cartón, donde cada cual perciba lo estipulado, las reses se presenten en su integridad y los aficionados tengan la posibilidad de acudir a los toros con una entrada económica, ajustada al máximo en la relación calidad y precio.
Mariano, que interpretó el pase natural ante un toro de Ramón Flores que no olvidará, por lo que cortó su última oreja en Madrid, antes del horrible percance vivido, sigue en el circuito taurino como tantos y tantos hombres que tuvieron como centro de sus vidas la Tauromaquia, la Fiesta de los toros, porque no puede olvidar aquellos momentos, ya lejanos en que estuvo vestido de luces para él, para sus seres queridos y para su destino como torero. ¡ Ánimo y mejor temporada, amigo. Un abrazo!
Fotos: Juan Pelegrín.
Juan dice
Desde luego Mariano Jimenez esta demostrando como.hizo de matador de toros, lo.buen aficionado profesional e implicado con esta nuestra fiesta en su labor de empresario.y apoderado…. ojala hubiese muchos como tu