El novillero segoviano Pablo Robina Serrano se ha alzado con el triunfo en la final del III Certamen de tentaderos celebrado en el coso del Carmen de Medina de Rioseco tras obtener 45 puntos de las cinco actas clasificatorias, por una faena de emoción y poder ante un novillo encastado de Luis Cebrián de la Mudarra, origen Galache, muy aplaudida por el público asistente y que mereció el triunfo por haber sido quien mejor interpretó el toreo, estuvo colocado y por encima de la res.
Tras él se clasificó el novillero de San Sebastián de los Reyes Álvaro García obteniendo 36 puntos de la totalidad de actas. Por detrás se colocaron los demás y por este orden: Jorge Sahagún; Víctor Tallón; Javier Moreno y el riosecano Ángel Jiménez quien cerró la clasificación de los seis toreros que acudieron a la final por méritos propios.
Pablo Robina agradeció en sus palabras, tras recoger el galardón de manos del alcalde de Rioseco Artemio Domínguez, así como el capote y la muleta de premio, y reconoció a sus compañeros el esfuerzo que habían hecho también esta tarde en Rioseco.
Novillos muy broncos en general, con la cara alta, huyendo del castigo del picador, en este caso Javier Bastida quien picó con equilibrio, estilo, colocación y acierto a los seis ejemplares de Luis Cebrián. A lomos de un jaco, potro todavía, perfectamente domado, Javier interpretó la suerte de picar como es debido, echando el palo por delante y parando a los toretes que no anduvieron sobrados demasiado de fuerzas, salvo el tercero del encierro que repitió con mayor fijeza y bravura por ambos pitones.
Abrió plaza Víctor Tallón quien poco pudo hacer con el primero de la tarde. Y eso que antes de empezar recibió un trofeo entregado por el matador riosecano Jorge Manrique, al haber sido el mejor de la semifinal.
El novillete, enterándose de quién iba y venía por el tendido, con la cara muy alta y colándose ostensiblemente, demasiado hizo el muchacho con someterlo por bajo y pasaportarlo con brevedad. Bien que luego para llevarlo al corral se perdió un tiempo precioso, pues el animal ni se hacía a los bueyes ni quería entrar a chiqueros.
Jorge Sahagún bastante hizo con estar digno y asentadito con el mansote que le tocó en suerte. Y tras la faena, otro tiempo precioso hasta conseguir que el animal acabara en el corral.
Muy puesto y valiente anduvo con el mejor novillo de la tarde el madrileño Álvaro García, sometiéndole por bajo y logrando un par de series de buena ejecución y mejor colocación. Se tiró a matar arriba y recibió muchos aplausos del público.
No pudo el gitano de Rioseco Ángel Jiménez como le sucedió al cordobés Javier Moreno en el suyo. Lo intentó estirándose pero la imposibilidad del animal le obligaron a acortar la faena, y eso que tenía al público riosecano con él.
Y con el último novillo llegó lo mejor de la tarde protagonizado por el triunfador de este año: El segoviano Pablo Robina entendió al animal, su embestida y su compás logrando unas series meritorias muy ovacionadas por el respetable. Estuvo variado con el capote y con la muleta. Interpretó el toreo con mucho gusto e hizo lo mejor de todo el festejo, logrando que la balanza del premio se inclinara a su labor.
Al final, recibió el premio de manos del alcalde de Rioseco y fue muy felicitado por el numeroso público que se congregó en la puerta de acceso al coso taurino de Rioseco.
Cuando el sol de San Juan de Junio dejó de bailar y el calor ya no apretaba tan fuerte, emprendimos el regreso a nuestro domicilio para contar y cantar cuanto sucedió en esta final tan esperada, disputada y reconocida por el mundo taurino de Castilla y León que lleva a cabo en Rioseco la Federación taurina, la peña taurina de Jorge Manrique y el Ayuntamiento de la ciudad de los almirantes.
(Reportaje en la sección de fotografías «Certamen tentaderos 2011»)
Deja una respuesta