La noticia se ha disparado por los lugares taurinos y comentarios de Valladolid. El novillero con caballos Pablo Santana rompía con su anterior mentor, el torero salmantino Andrés Sánchez, y se va con Jorge Manrique, el diestro zurdo de la torería riosecana. Pablo Santana a quien hemos visto empezar, arrancar con una fe tremenda en esto de querer ser torero, ha llegado a unas cotas de especial significación para él: hay que llegar más lejos y con distinta proyección a la llevada hasta la fecha.
Pablo, pues de bien nacidos es ser agradecido, reconoce el esfuerzo hecho por su mentor anterior Andrés Sánchez, el torero de Salamanca quien orientó la carrera de Pablo, formándolo y conformándolo en una actividad llena de escalones unas veces más difíciles que otras, como todo en la vida.
Ahora se abren nuevos caminos para el joven novillero con raíces en Alaejos a quien apreciamos sinceramente, tanto a él como a Fidel, su padre, que tanto y tanto viene bregando por ver que su hijo llegue a estar en el puesto que por su esfuerzo, su torería y su profesionalidad merece. Y por supuesto desear los mejores aciertos al maestro Manrique, una buena persona, estupendo torero y seguramente el mentor más idóneo para Pablo en estos momentos.
Pablo Santana, una de las prodigiosas manos izquierdas mejores que hay en la novillería actual, intenta abrirse camino en esta tan difícil profesión, preparándose concienzudamente, siguiendo los consejos de su orientador y entrando en el circuito de los novilleros con caballos con más fuerza que hasta ahora ha demostrado.
Le deseamos a Pablo los éxitos que merece y esperamos contar y cantar en breve una de sus importantes faenas, asentadas, con gusto y torería, fuerza pujante para abrirse camino en el toreo, pues de él estamos todos en la Federación muy orgullosos. Mucha suerte a los dos, ¡toreros!.
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