Un novillo toro santa colomeño de la ganadería de Riogrande, de 550 Kg. de romana ha mandado al hule al torero vallisoletano Pablo Santana, al echárselo a los lomos y voltearlo cuando el muchacho ejercía la suerte suprema. El toro, en un giro inverosímil golpea con la pala del pitón en el tobillo de Pablo y con el cabezazo lo manda al aire, cogiéndolo feamente. Gracias a Dios, en la enfermería de la plaza no se le apreció cornada, sino varetazos y golpes, así como una fuerte contusión en el tobillo y en la pierna.
Pablo Santana ha sido trasladado al hospital de Toledo y le están realizando las correspondientes pruebas radiográficas para determinar el alcance de las lesiones. La primera impresión daba como fractura de peroné. El muchacho, cuando lo trasladaban en ambulancia hacia el centro hospitalario decía a su apoderado el torero Jorge Manrique y a su padre Fidel Santana que «mañana quiero torear en Herrera«, sitio en donde está anunciado.
Tras tremendo palizón y susto a todas las cuadrillas y toreros de la terna, especialmente al buen banderillero que es «Suso» y a quien el toraco le hizo coger de mala forma el olivo, y sin poderlo lidiar ni colocar banderillas en condiciones, el compañero de terna Alberto Pozo y Daniel Palencia, el otro novillero, también resultó cogido espectacularmente sin consecuencias por su toro. Al picador, yerno de Trifino, lo derribó estrepitosamente y también le ha producido diversas magulladuras, golpes y contusiones.
Todos los toreros que han actuado hoy en Yepes han sido unos héroes para salir como han salido de la plaza, tras enfrentarse con esas auténticas fieras, toros de lidia, de la ganadería de Riogrande. La verdad que estas novilladas son el punto de inflexión más serio y profundo en el aprendizaje de un novillero, pero es verdad que hoy todos las han pasado putas, pero que muy putas.
La novillada con picadores de Riogrande, presentada casi como una auténtica corrida de toros, cuajada toda ella, armada hasta los dientes, con unas velas que ponían espanto en el más pintado y que hoy, bastante han tenido sus lidiadores con acabar con ella y visitar la enfermería y el hospital como lo están haciendo en estos momentos.
Puestos en contacto con el padre del torero, Fidel Santana, el cual se encontraba acompañando a su hijo en el hospital y a la espera del resultado radiológico, éste nos ha comunicado el ánimo del muchacho, la esperanza porque solo sean golpes, aunque la primera impresión aparecen como más serias las lesiones. «Son los gajes del oficio», nos comentó resignadamente.
Deseamos a este buen novillero que es Pablo Santana que ha entrado en el circuito de novilleros con la fuerza y las ganas y los estupendos resultados que está obteniendo, una pronta recuperación y que de nuevo lo veamos toreando que es lo suyo.
La novillada de Riogrande de Yepes, dura, fuerte, de antología, toros del ayer, de lo que ya no se ve que pusieron el ¡ay! y el miedo hasta en el tendido de la plaza que casi se llenó para presenciar a estos tres chavales que quieren y aspiran a ser matadores de toros.
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