Ya tiene Alaejos plaza de esparcimiento y recreo que inauguró con toda la ilusión del mundo el torero Pablo Santana. Un diestro que desde que tomó la alternativa no ha prodigado demasiado su presencia en los festejos taurinos, pero que no pierde la esperanza para seguir en la profesión.
Por allí estuvieron el domingo amigos e invitados para ver las nuevas instalaciones y disfrutar de una jornada campera con la lidia de varias becerras. Se atrevieron con las añojitas tiernas los «aficionados prácticos» Jesús Martínez; también Javi, «el añojo» que lo intentó con una buena vaquita de Mayoral, hasta con gafas, el muy atrevido. Y el propio Pablo Santana que tentó primero un eral para empezar la crianza de ganado bravo en un futuro inmediato. Actuó como varilarguero, el picador tordesillano Javier Bastida.
En fin, cuantos estuvieron allí en una mañana calurosa y con cierta incomodidad al estar el garigolo demasiado lleno de personal, por ser de medidas reducidas, acorde a las instalaciones inauguradas, pasaron el rato, hablaron de toros e intercambiaron opiniones al respecto de la situación por la que está atravesando este singular mundillo taurino.
Entre los asistentes estuvo Pablo Trillo, el delegado territorial de la Junta con su familia y otros amigos.
El deseo mejor que se puede expresar a Pablo Santana es que ojalá siga en activo con el toreo, no conformándose con haber tomado la alternativa como matador de toros y quede en la nómina amarga de quienes no torean. En cualquier caso, que esa placita de tientas le dé la sustancia y el oficio para dedicar su vida a una afición tan espectacular y grande como es la de los toros.
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