Estas dos instantáneas de Gabo Márquez captadas en Tlaxcala (Mexico) con motivo de una corrida de toros celebrada allí el día 1 de noviembre da el ejemplo y recordatorio del riesgo que se corre en el callejón de una plaza si no se toman las medidas necesarias para eludir el peligro en lo posible.
El quinto toro de la ganadería de Rancho Seco saltó al callejón en Tlaxcala y cayó encima de dos personas, una el picador mexicano retirado Víctor Orga, con una posible luxación de cadera, y el empleado de la plaza David Gerardo Sánchez, con una posible fractura de codo izquierdo.
Desde tiempos de maricastaña vemos que los callejones de la plazas se llenan de amigos de los toreros, políticos, amigos de los políticos, afectos al empresario sin que los delegados de la autoridad tomen las medidas precisas para evitar el daño en las personas, que aquí la prevención debería observarse con más pulcritud pues en los callejones solo deben estar las personas debidamente acreditadas y autorizadas por su labor en el festejo taurino.
Recuerdo ahora uno de los últimos saltos al callejón de un toro de Miura en Cuéllar, tras haber sido picado y banderilleado con el limpio salto que hizo al callejón de la plaza, produciendo el alboroto, el susto entre el innumerable grupo humano que estaba en el recintoy menos mal que sin daños personales a nadie.
Deja una respuesta