Interesante corrida de toros la celebrada hoy en Guijuelo con la terna salmantina de tres toreros de la tierra, un encierro de seis toros de El Pilar de Moisés Fraile; personal de organización, majeza del torilero, cuadra de caballos de picar, mulillas de arrastre; todo, absolutamente todo, de Salamanca en esa Villa chacinera que tiene por divisa el embutido ibérico y los toros, además de una afición que llena la plaza, respeta y anima a los diestros en sus faenas, se interpreta el himno nacional antes de arrancar el paseíllo con todas las cuadrillas dispuestas y preparadas y se da una liturgia donde cuidan los pequeños detalles, hasta el reverencial minuto de silencio guardado. Por poner una pega, la ausencia de la manga riega a la mitad del festejo cuando la polvareda hace mella en las gargantas.
El día de Nuestra Señora, con lleno en el tendido, había traído el equipo municipal responsable con la gestión del empresario José Ignacio Cascón un encierro de El Pilar bien presentado, con toros hechos y derechos, de juego diverso para Javier Castaño, ovación y saludos y aplausos. Juan del Álamo, una oreja y aplausos y Alejandro Marcos, oreja y silencio. Los tres espadas fueron despedidos con la ovación cariñosa de los espectadores al abandonar la plaza de Guijuelo.
Y como dijo Alejandro Marcos allí mismo, antes de lidiar el sexto de la tarde, un toraco de nombre «mironcillo» de 570 Kilos de peso, con la gaita arriba y bien armado y brindar a un familiar suyo, oyéndolo perfectamente desde el callejón » A ver qué hago yo con este, como decía Rafael de Paula» la buena y entregada faena de Marcos a este toro, valiente, exigente, dura, le hubiera hecho acreedor a la puerta grande más que merecida caso de haber acertado con los aceros que se le atragantaron llegando a escuchar dos avisos. Había cortado el de la Fuente de San Esteban ya una oreja al «burreñico«, bravo y aplaudido en el arrastre, corrido en tercer lugar y lo tenía todo a favor. Pero, como el hombre propone, el toro dispone y la espada lo descompone, Alejandro Marcos y sus seguidores tuvieron que tragar y salir disgustados por el sainete que dio su torero para despachar a «mironcillo«.
Javier Castaño recibió al abre plaza «sospetillo«, un pavo de 560 kilos fajándose con él en el centro del platillo. El del Pilar, blando de remos, noblote, venía con escasa transmisión. El torero le dio aire y pausa en su faena muy aseada por la izquierda. Pinchazo sin soltar antes de lograr la estocada entera.
En su segundo un colorado, bravo, de nombre «alambrisco» de 510 Kilos de peso, que va largo Castaño estuvo muy valiente. Dando tiempo al toro que se arrancaba en larga distancia. Encastado el toro y con casta el torero. Intentó matarlo en la suerte de recibir, perfilándose a gran distancia del morlaco pero pinchó. Luego ya más en corto, logró una estocada entera al segundo intento y precisó cuatro golpes de descabello. Una lástima. El toro fue aplaudido en su arrastre.
Juan del Álamo tras un buen saludo capotero le propinó dos chicuelinas y dos medias en el quite muy aplaudido. Brindó al público la muerte del toro que embistió mejor por el pitón derecho. Una serie muy templada y bajando la mano fue muy aplaudida. Le fue concedida una oreja tras estocada muy tendida que echó al toro. Del Álamo mostró su poderío y buena forma en el oficio durante algunos momentos ante el quinto. Siempre estuvo poderoso del Alamo ante el quinto, un «dudador» de romos pitones, buscando la puerta grande sin lograrlo al final por su fallo a espadas.
Alejandro Marcos, valiente y recientemente doctorado como toricantano, ligó los pases a un noble toro de El PILAR, bravo de nombre «burreñico«. Su éxito hubiera sido mayor si un pinchazo y dejar atrás el brazo en la suerte suprema no le hubieran afeado su notable faena. Tras una estocada entera efectiva recibió una oreja y el toro aplaudido cuando las mulillas lo llevaban al desolladero. En el que cerraba plaza, Marcos mostró lo mejor de sí mismo, con temple, ganas y esfuerzo, pero con la espada pasó un auténtico calvario al pinchar y descabellar retiradamente hasta que encontró el final tras dos recados del usía.
En resumidas cuentas. Una muy buena organización del festejo en Guijuelo que pone en escaparate una feria digna, atrayente y merecedora de atención.
FOTOS: JOSÉ FERMÍN Rodríguez
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