La localidad vallisoletana de Pollos ofrece una corrida de rejones con motivo de sus fiestas patronales, a cargo de la empresa Toroduero, encargada de la gestión taurina. El día anterior, 14 de agosto el campeonato de cortes completará los festejos taurinos de este año.
La Bazanca, de esta manera no queda cerrada un año más sino que con esfuerzo y decidida actividad municipal se ofrecerán toros en su coso.
Es verdad que poco es el bagaje pero menos es nada y la actitud apoyando los festejos de toros de pueblecitos pequeños como este de Pollos, bien merece la atención del público y de los aficionados.
San Roque se celebra en Pollos con las limitaciones y exigencias sanitarias que ofrecen y aplican las medidas de seguridad a los que asistan a la plaza.
PORTILLO, UNA VERGÜENZA.
La localidad de Portillo, sin embargo, se muestra contraria en palabras de su alcalde a la celebración y apoyo de festejos de toros. Y eso pese a ser una de las localidades señeras en donde su encierro por el campo a través y por la cuesta histórica por la que discurren los toros y corredores conforman un singular, típico, genuino, único y popular encierro.
La verdad es que no sabemos bien por qué causa unos Ayuntamientos de la provincia apoyan decididamente la tradicional fiesta de toros y otros se hacen los remolones. Será que tiene que haber para todos los gustos y variedades.
Pero causa extrañeza que Portillo que siempre ha sido un significativo enclave para la fiesta popular de toros y la supresión este año de nuevo de toda actividad y rechazo de la misma, lleva a la conclusión de la falta de decisión de algunos regidores de la Villa que no quieren oír hablar ni en pintura de la fiesta, ni de su promoción, ni de su difusión en sitios tan emblemáticos como es el ANUARIO de la Federación.
El Presidente de la Entidad Justo Berrocal envía estas líneas al respecto recogiendo las palabras que le ha expresado a él mismo el Alcalde de la localidad quien textualmente le ha dicho: «En Portillo no hay afición a los toros, por lo tanto este Ayuntamiento tampoco los apoya».
Pues nada, así estamos y sigue rodando la bola.
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