Tarde espectacular, emotiva, de vuelta a los orígenes, de ver cómo era aquello tan grandioso de una suerte de varas ante un desafío ganadero que se llevó de calle Prieto de la Cal con tres veraguas jaboneros, bravos, codiciosos, cuajados que fueron al caballo de largo y con alegría. Uno se llamaba «pajarraco»; otro «felino» y un tercero de nombre «vinatero» que pusieron el listón de la bravura en el lugar que nunca debió perder.
El pañuelo azul sacado por el Presidente de la corrida al caer el último de la tarde como merecido premio a todo el lote fue significativo y también lo fue la especial y reconocida afición de Pedrajas que se puso en pie para premiar con una atronadora ovación al picador Rafael Agudo quien ejecutó la suerte de varas con grandeza, emoción, entrega y torería, no una vez sino por tres veces que son las que acudió como un rayo al caballo que montaba el varilarguero de Boecillo. Impresionante por olvidada la suerte reverdeció como un clavel reventón en una tarde memorable y significada.
No desmerecieron tampoco los tres de Isaías y Tulio Vázquez, dos de ellos bravos y encastados y un tercero corrido en quinto lugar, un toro con toda la barba, armado hasta los dientes, con puntas astifinas que sembró el pánico por algunos momentos en el ruedo. Y se llamó «eficaz».
Esta tarde el público de Pedrajas ha dado cuenta y exposición del significado que es la fiesta de toros, ha aplaudido y se ha entregado con un torero que cerró triunfo y festejo llamado Jesús Mejías y reconoció el esfuerzo, la importancia tanto de Juan Cervera como de Fernando Flores para ponerse delante de esas «peladillas» de novillos que en una ocasión mandaron por el aire, sin consecuencias al valenciano Juan Cervera.
La crónica de hoy de esta primera novillada de «El Piñón de España» tiene algo de diferente, como distinta ha sido la tarde de toros tan bonita vivida hoy en la localidad piñonera. Ha habido de todo: Un par de banderillas de David Picón espectacular; una suerte de varas de Rafael Agudo y del picador de Mejías inolvidables, dignas de recordar; un estocada del novillero valiente y menudo Jesús Mejías en el hoyo de las agujas hasta la gamuza y una banda de música de categoría además de un tercio de banderillas de entrega y majeza. El arrojo y la superación de dificultad de Juan Cervera y las ganas de Fernando Flores.
Tanto Mejías como Flores entraron para sustituir a los dos novilleros anunciados y hoy estas líneas son para los toros de Isaías y Tulio Vázquez y Prieto de la Cal por su bravura y acometividad.Esos sí que no son novillos tontorrones sino que dan la medida de cada uno ante ellos mismos.
Al final del festejo, tanto Jesús Mejías como el mayoral de la ganadería de Prieto de la Cal salieron a hombros.
Creo que en un arrojo de sinceridad esta tarde en Pedrajas de San Esteban Prieto de la Cal ha dignificado esta fiesta y sus toros han ofrecido una inmensa suerte de varas, protagonizada por Rafael Agudo. La sagacidad del joven empresario Enrique Luján ha dado con la tecla de este galardón que se llama el «Piñón de España». No me extraña que esto lo quieran tanto los franceses. Yo me he emocionado, de verdad.
FICHA DE LA NOVILLADA
Plaza de toros de Pedrajas de San Esteban. Tres cuartas partes de entrada, lleno los tendidos de sombra y vacía la solanera. Novillada con picadores para el galardón de «El piñón de España».
Tres novillos de Isaías y Tulio Vázquez, bravos, encastados, duros y tres de Prieto de la Cal, bravos, encastados, nobles. Uno corrido en sexto lugar, de bandera, premiado con el pañuelo azul. Los seis utreros aplaudidos en el arrastre, especialmente el cuarto y sexto.
Juan Cervera, Ovación y Aplausos.
Fernando Flores, Aplausos y silencio.
Jesús Mejías, oreja y dos orejas.
La plaza, puesta en pie aplaudió la suerte de varas ejecutada bellamente por el varilarguero Rafael Agudo y un par de banderillas de David Picón.
Reportaje gráfico: José FERMÍN Rodríguez
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