No hay derecho se mire como se mire que se prohíba a los enanitos toreros practicar su trabajo en las diversiones en el ruedo tal y como han dedicado su vida a esta profesión de entretener a los niños y a los grandes con sus evoluciones graciosas y toreras.
«No hay nada más fascista que pervertir la ley de tal forma que ésta impida los derechos libremente elegidos a quienes esa misma ley dice proteger. Qué ley tiene espíritu de ley en derecho si a 180 ciudadanos españoles enanos se les impide su derecho a la elección libre de trabajo: el ser un torero cómico con su convenios colectivos regulados, sus derechos y deberes, sus vocaciones de serlo. Quienes redactan y aprueban una ley en contra de la libertad de elección del trabajo de cualquier ser humano, enano o de dos metros, es un fascista«.
Dicen los que han parido esta ley, que se les buscará “reinserción” laboral. ¿Pero qué demagogia cruel es decir que a un torero cómico que se le va a reinsertar laboralmente en contra de su voluntad? ¿Qué crueldad tiene mayor tamaño? ¿No es ésta la mayor vejación y secuestro de la dignidad para un ser humano?.
Qué vergüenza no dejar torear a estas personas que libremente han elegido su profesión.
Ojalá que todos los toreros y aficionados manifestaran públicamente su rechazo a la decisión política que quieren adoptar estos salvapatrias prohibiendo el arte de torear a los enanitos toreros.
¡Tenéis todo nuestro apoyo!. La libertad y el respeto es la clave de la sociedad. Y vuestro mejor trabajo, sacarnos una sonrisa.
Deja una respuesta