Rafael Ayuso puso en el escaparate de la Plaza de toros segoviana de El Espinar una corrida de toros de Zalduendo para ser lidiada, en principio por Ponce, Ureña y Toñete y que por aquello de la lesión en una mano del maestro de Chiva, el festejo quedó en un mano a mano, con Enrique Chapurra de sobresaliente.
La corrida en sí, transmitida por Castilla La Mancha Televisión dando una prueba más del apoyo de la Comunidad vecina para llevar a los televisores de los aficionados el festejo, conectando por la llamada vía del directo («streaming» dicen ahora los internautas) hizo pasar un rato entretenido a quienes acudieron al graderío del coso.
El actual edificio abierto el 3 de Septiembre de 1949 se inauguró con corrida benéfica. Se lidiaron toros de la ganadería de D. Germán Pimentel Gamazo (antes Villagodio), de Tordesillas para los toreros Luís Miguel Dominguín, Pepe Dominguín y Paquito Muñoz.
En una tarde calurosa de agosto de 2020, en que se ha llenado el aforo permitido y se han guardado las medidas de seguridad, destacar la labor de Rafael Ayuso, otro emprendedor en la empresa taurina, incansable luchador y arriesgado que fue capaz de poner el «no hay billetes» en la tarde de ayer. Ese es el mérito y la razón de ir dando pasos para recuperar un espectáculo apartado, postrado, prácticamente borrado del mapa, salvo honrosas excepciones, por una pandemia traicionera y criminal.
La corrida en sí como resumen, tuvo esta ficha recordatoria de resultado:
Toros de Zalduendo, nobles, broncos, bajos de casta y rajados que de todo se dio por aquello de en la variedad está el gusto, para Paco Ureña, ovación, oreja y ovación. y Toñete, palmas, silencio y silencio.
En fin, el Espinar puso la esperanza encima del albero serrano, abriendo así un melón de iniciativas empresariales para que continúen celebrándose festejos taurinos en la Comunidad de Castilla y León.
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