Desde hace algún tiempo conozco a Ramiro y a Jesús Herrero, padre e hijo, vallisoletanos vecinos de Tiedra, localidad cercana a Tordesillas, vinculados especialmente a esta fiesta de los toros en calidad de subalternos, llenos de afición y buen gusto, especialmente el hijo por aquello de haber llegado a debutar con picadores.
Ambos vienen demostrando, tarde tras tarde y actuación tras actuación, el alto nivel que ocupa el escalafón de banderilleros y subalternos en la provincia de Valladolid. Toreros que no llegaron a alcanzar el doctorado en Tauromaquia por aquello de disponibilidades económicas unas veces, el cartel atravesado o una res brava, otras el despacho, la gestión… En fin, cualquiera de las múltiples circunstancias que hacen que las personas desistan de continuar como matadores de toros, pero que, no obstante, vienen a realizar un estupendo y aceptable papel como toreros de plata.
Ello se demuestra en los dos personajes que traemos a este reportaje. Por un lado, el padre Ramiro Herrero Álvarez a punto ya de jubilación por cumplir la edad reglamentaria y porque los festejos pesan cada vez más. Los huesos ya no tienen la lozanía y el calcio de las horas jóvenes, pero la afición puede a Ramiro y, tarde tras tarde, ahí está al pie del cañón, con su terno turquesa y azabache, incluido en la cuadrilla de un novillero como Pablo Santana o Javier Herrero o el diestro de Sieteglesias Raúl Alonso con quien toreó en las Ventas de Madrid no hace tanto tiempo.
Me caen bien los Herrero, padre e hijo, por la nobleza y profesionalidad que vienen demostrando en las localidades en las que actúan. Siempre dispuestos, animosos, sin protestar ni echar voces destempladas, profesionales a carta cabal, serios y prácticos. Sus ojos y sus vidas han visto y pasado y están pasando feria tras feria con asiento, garbo, buen hacer y destreza en la tauromaquia rica de Valladolid. Y ello ya también les da mérito y estima.
Ramiro, orgulloso de Jesús Herrero García, que nació en Valladolid el 24 de septiembre de 1984, su hijo, y que pronto manifestaría su deseo de ser torero, le acompañó cuando debutó sin picadores en Mucientes allá por el año 2001 y tres años después se presentó con picadores el día de San Juan de Sahagún de 2004 en Zaratán, lidiando utreros de Santos Alcalde, formando cuadrilla con Joselillo y Antonio Chacón y cortando una oreja.
Jesús, “Herrerito” como le conocemos ha pisado las Ventas con Angelino de Arriaga y en su recuerdo seguro que el bufido y genio del toro “Sacristán” de Sepúlveda de Yeltes que le dio un disgusto a la salida del puyazo, arrollándolo y teniéndolo a su merced, buscándole con ahínco, no se le olvidará nunca. Sin embargo, Jesús es un hombre que ha superado el mal trago y ahora está entre los subalternos de plata de auténtica categoría, tal y como Suso, Campillo, El Pela o Félix Navas. Pero la juventud de Jesús Herrero le precede y le otorga además una fuerza y una dedicación a la que se dedica con entrega y pasión.
Empezó con nueve años. Estuvo en la escuela taurina de Medina de Rioseco y posteriormente con el maestro Andrés Vazquez.
Toreó medio centenar de novilladas sin picadores y en dos años de novillero con picadores toreó cuatro novilladas picadas también alternando novilladas sin picadores y festivales. Una de ellas en Toro resultando triunfador de la feria en el año 2005, recibiendo el trofeo de las peñas taurinas.
Su última actuación de novillero con picadores fue en Valladolid en la feria de San Pedro Regalado de 2006.
Como banderillero en 2007 recibió el trofeo al mejor banderillero en Cuéllar (Segovia) . Desde entonces ha toreado con varios matadores de alternativa como por ejemplo: Emilio de Frutos, Raúl Alonso, Alberto Román, Israel Lancho, Javier Herrero…
Y novilleros con picadores como: Angelino de Arriaga, Ángel Bravo, Tulio Salguero, Pablo Santana, Valentín Mingo, Mario Montes … Además de novilleros sin picadores y rejoneadores.
Como anécdota ha llegado a torear en tres países diferentes en una semana. Un domingo de julio en Orthez (Francia), entre semana en San Adrián (España) y al siguiente domingo en Nave de Haber (Portugal).
Aquí están ambos, posando antes de salir al ruedo de Valladolid, recogido en el antebrazo el capote de paseo, una de las tardes de la pasada feria de San Pedro Regalado. Ellos son dos toreros de plata de ley, dos subalternos de lujo.
Foto: J.López
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