Aldeamayor de San Martín ha propiciado y comprobado un sonado triunfo del ganadero de la Guadajira, Ángel Muñoz, al ver cómo el último de la tarde, lidiado por Ricardo Maldonado, ha sido indultado por su bravura extraordinaria, raza, nobleza, acometividad y embestidas largas y francas. Un toro de bandera sin ninguna duda que reencuentra al aficionado con la fiesta más genuina e ideal que tanto se busca. La plaza que registró casi lleno en los tendidos y su público, puesto en pie, ovacionó largamente al animal a medida que lo iban llevando de nuevo a toriles para proceder a su cura y traslado a la finca ganadera donde a buen seguro servirá para las camadas que origine tengan ese gen bravo singular visto hoy en la localidad vallisoletana.
Pero es que además de este toro que cerraba el festejo mixto programado por la mercantil de Alfonso González y Pepe Mayoral, el resto del encierro ha estado muy bien presentado, con utreros cuajados y con romana, siendo aplaudidos los animales en el arrastre y el segundo premiado con el pañuelo azul por el Presidente de la corrida, en esta ocasión «Cachichi».
Los dos novilleros que han intervenido en lidia ordinaria, Roberto Blanco (oreja y oreja) y Ricardo Maldonado (dos orejas y dos orejas y rabo) han salido a hombros por la puerta grande de la plaza. El rejoneador burgalés Oscar Borja que completaba el festejo cortó una oreja en su segundo y tuvo petición en el que abrió plaza.
Todavía nos embarga la emoción tras la novillada presenciada hoy en Aldeamayor de San Martín, en una plaza portátil, con un ruedo con extraordinarias dificultades físicas de asiento de firme, un sol de justicia, alisado por dos operarios como buenamente han podido con unos rastrillos insuficientes, escaso riego y polvareda blanca que se metía hasta los alveolos pulmonares, porque pese a esas inconveniencias, el festejo ha resultado inolvidable, sobre todo en el cierre del mismo, con la lidia del sexto de la tarde, un toro bravísimo y encastado que además le dieron de lo lindo en dos varas colocadas arriba, de las de apretar con ganas por el picador de turno. El animal, muy cuajado, con cara de toro, sin abrir la boca en ningún momento de la lidia iba de largo a la muleta de Maldonado quien disfrutó toreando desde los primeros compases de la faena. Y si el segundo había sido bravo también para el torero, codicioso y noble, este superó con creces el fielato de la ganadería. Estos toros proceden de Martelilla y Casa de los Toreros y han resultado espectaculares casi todos ellos y óptimo el indultado merecidamente, corrido como sexto de la tarde.
Ricardo Maldonado ha estado firme, entregado, muy bien en los lances capoteros de recibo y excepcional con la muleta. Ha interpretado el toreo al natural, largo, con gusto, señero, pasional, como no digan dueñas en un chaval que está empezando en esto del arte de torear. Pues no se olvide nunca que son novilleros los toreros que han hecho e interpretado su toreo hoy en Aldeamayor de San Martín, que celebra sus fiestas patronales.
El medinense Roberto Blanco, aunque con un lote algo más deslucido, exigente, duro, ha estado muy bien. Robusto en su concepto del toreo, rematando siempre las series con cierta gracia. En su primero, que brindó a Leandro, presente en el tendido, pese a lo infame y pisoteado del ruedo, plantó las zapatillas firme y compuso la figura con detalles de buen toreo. Muy valiente en todo momento el diestro de Medina del Campo, ganándose al público con la verdad de su trasteo de esfuerzo, exposición y ganas. En su segundo, pese a recibir dos avisos, porque tras la estocada entera el animal se resistió a doblar, tragándose la muerte, se sobrepuso al achuchón que recibió cuando lo llevaba al caballo e interpretó un toreo valiente y con cierta gracia. Cortó una oreja a cada uno de sus ejemplares, mereciendo la salida por la puerta grande y acompañando al triunfador absoluto de hoy, dejando aparte el excelente toro de Guadajira, Ricardo Maldonado.
Abrió plaza en este festejo mixto el burgalés Oscar Borja quien practicó un rejoneo clásico y a la vez muy vistoso, templado, con garapuyos al estribo de especial significación a lomos de sus cabalgaduras. En el primero estuvo muy digno, clásico y toreando a caballo con gracia, soltura y expresividad. Aunque no mató del primer rejón de muerte, la petición de oreja fue considerada minoritaria por el presidente y hubo de conformarse con la ovación y el saludo desde los medios. Pero en el cuarto, un castaño, al que enceló de salida, esperándolo en la puerta de toriles estuvo con ganas, fe y dominio y aunque todo lo hizo bien, solo falló en los rejones de castigo que no lograron romper, perdiendo el palo. Sin embargo su temple y exquisito rejoneo le valió, esta vez sí la oreja del ejemplar de Guadajira, bravo y encastado.
En fin, la novillada de hoy en Aldeamayor ha sido de antología, por su resultado, y dechado de bravura. ¡Enhorabuena a los responsables!.
Fotos: JOSÉ SALVADOR
En la sección de fotografías: GALERÍA GRÁFICA de José FERMÍN Rodríguez
Dalia Méndez dice
Ole ole y ole!!!!! Aúpa Ricardo