Siempre se ha dicho que de Madrid al cielo… y allí una ventana para seguir viéndolo. Pero en esta ocasión, y por aquello del fomento taurino, me detengo en la plaza de Cuatrocaminos que pega junto a la plaza de Méjico en donde se colocan casetas y garigolos en días de feria para entretener y dar gusto a quienes acuden a ese hospitalario lugar. Esta plaza que levantó la ciudad perla del Cantábrico en hierro, ladrillo y madera con un proyecto del arquitecto Alfredo de la Escalera fue prevista hace ya casi doscientos y pico años, aunque la obra se ejecutó finalmente de fábrica en 1890. Ella acoge al llegar Santiago una feria taurina singular seguida con la expectación, asistencia de público e interés informativo para envidia de tantas y tantas plazas de similar categoría e incluso superior que están viendo cómo los espectadores desertan de los tendidos y dan de lado con su presencia física a las programaciones de los diversos festejos taurinos reglados.
Santander y su coso de Cuatro caminos es un ejemplo de vitalidad renovada, gracias a la afición de muchas personas que tienen puesto su interés, su afición y su esfuerzo en el fomento de la fiesta de toros de su propia tierra. Y ahí figura por méritos propios el Ayuntamiento de la ciudad cántabra que dota todos los años de una proyección anunciadora, llamada dulce y de acogida hacia todos aquellos aficionados que quieren presenciar las corridas de toros en la aupada por méritos propios Feria del Norte. El equipo es amplio, como no podía ser menos, pero con un cometido perfectamente diseñado en el que Constantino Álvarez, Antonio Ercilla y tantos hombres y mujeres trabajan en su feria y hacen que la veamos y sigamos los de fuera con la atención, el cariño y la percepción que merece.
Santander tiene en su plaza de arena negra, oscura, propia de los alberos norteños junto a la salitrosa humedad, un recogimiento, una liturgia hacia la Tauromaquia que puede leerse en todo su paramento, banderolas, divisas y adornos pintados y escritos. La plaza de Cuatrocaminos se ve desde el cielo como nos la ha querido mostrar la composición fotográfica con la que Junior ilustra este comentario en una imagen diáfana, lucera y nítida. Y lo que es más importante, su recinto se llena al llegar Santiago en el mes de Julio, cuando el verano arranca en serio por las tierras de España, de una afición entendida, apegada a lo suyo, entregada a la causa taurina que sabe de toros y gusta de ellos, por lo que la forma de explotación y difusión taurinas tienen aquí un ejemplo en el que observar, mirar e imitar si llega el caso. Máxime cuando Santander esta temporada ha sido la plaza del cielo.
Foto: Rafael Muñoz Rueda/ «Junior»
Pedro dice
Os dejamos la visita virtual de la plaza de toros de Santander para que la veáis con todo detalle: http://www.semarac.com/semarac/panoramas/PlazaTorosSantander/index.html
Ma carmen dice
Sin leer pensé parece una ventana a la tierra desde el cielo….que hermosa plaza espero visitarla pues planeamos un viaje hacia julio, a Santander…….bueno me da mucha tristeza que la plaza de toros de cuatro caminos en México hoy sea sólo proyectó negociable pues ya lea derrumbaron todita….gente que nunca aprecio la fiesta taurina….sólo me queda recordar cuando mi padre me llevaba y nos metíamos hasta la enfermería,y a dónde destazaban a los toros pero siempre recordare las corridas y la alegría que en la cara de mi padre en paz descanse, se le veía…saludos
Federación Taurina de Valladolid dice
Mari Carmen: Seguro que no te decepcionará en absoluto. La Feria es a finales de Julio, alrededor del día 25, en honor a Santiago, patrón de España.Merece la pena que la veas. Saludos. FTValladolid