Seis morlacos de Miura lidiará Antonio Ferrera en Pamplona durante la feria del toro y donará sus emolumentos y el beneficio del espectáculo a la Casa de Misericordia.
La noticia, cuando menos espectacular, ha causado sensación entre los aficionados que parece como si estuviéramos atentos a cualquier aspecto extraordinario, como en los volatines circenses, en un «más difícil todavía». Es como si ya las noticias no tuvieran demasiada importancia ni atracción salvo que sean raras, extrañas y fuera de lo normal como esta que comentamos.
Antonio Ferrera ni ningún torero de esos que ya están más que consagrados merecen dedicar sus pensamientos a ver qué podemos ofrecer al respetable de distinto, de diverso, de algo que nunca o casi nunca han visto, sino que tal vez valdría con hacer las cosas bien y con integridad, entrega y dedicación.
Seis toracos de Miura, de los de Pamplona, supone un esfuerzo titánico estar frente a ellos, pero habría que pensar también en los espectadores y en la posibilidad de acaecer un percance en su protagonista que puede suceder al principio, como le ha pasado a Emilio de Justo en Madrid, en el medio o al final del espectáculo por el que se abona una respetable cantidad de dinero para sentarse en el tendido. Y de eso tal vez poco se tiene en cuenta en los reglamentos ni en el mismo desarrollo del festejo cuando un sobresaliente debe hacerse cargo de la casi totalidad de la lidia restante. En este caso siempre nos quedará el salmantino Álvaro de la Calle para dignificar el relato.
Ferrera a mí me sorprendió hace pocos días toreando con su extravagante e inusual capote azul, haciendo juego con su vestido porque así lo había prometido y destinado a una causa justa y solidaria, confundiendo la liturgia con la originalidad. Ahora en este anuncio de encerrona en la historia del centenar de años del coso pamplonica con seis miuras, es una «carga irresistible y sumamente grata, además del significado, emocional, sentimental, pasional y profesional que entraña».
Y tanto, maestro, y tanto. ¡Mucha suerte!.
Foto: FERMíN Rodríguez
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