El diestro catalán Serafín Marín ha salido a hombros esta tarde por la puerta grande de la plaza de Olmedo tras cortar tres orejas a dos toros de los Hermanos Sánchez Herrero en una faena cimentada en la mano izquierda. Completaba la corrida de lidia ordinaria el diestro Antonio Ferrera que consiguió una oreja y petición de la otra que no le fue concedida por el Presidente. Los otros dos toros de la ganadería de Peralta fueron lidiados a caballo por la rejoneadora Noelia Mota quien también cortó una oreja al cuarto de la tarde, recibiendo los aplausos del respetable en el que abrió plaza.
Estupenda tarde de toros la disfrutada hoy en Olmedo en cuanto al resultado de la lidia se refiere y sufrida por el estado infame del ruedo con polvareda incluida como consecuencia de la falta de agua que generosamente debe asentar el piso y evitar esas nubes que agostan la garganta, te ponen perdida la ropa y pintan de albero el escaso cuero cabelludo. Pero, en fin, como se ve que la cosa tomaba tintes demasiado polvorientos, la manga riega hizo su aparición antes del quinto de la tarde, ejerciendo de quitapolvos más que de otra cosa, tras asentar con un trillo metálico el ruedo.
Casi tres cuartos de plaza siguieron la lidia de los ejemplares enviados por los Hermanos Sánchez Herrero, bien presentados, con cuajo y trapío. Los cuatro de la lidia a pie han sido toros serios por delante y con morrillo, de plaza de superior categoría sin duda alguna que fueron aplaudidos en el arrastre. Seguramente con más de 500 Kilos de romana cada ejemplar traído por la empresa de Simón Caminero para esta corrida de las fiestas patronales en honor de San Miguel y San Jerónimo de la bella localidad de Olmedo.
Abrió plaza Noelia quien nos dio un susto morrocotudo, al ser derribada de su cabalgadura por el de Peralta, desmochado reglamentariamente, y quedar a merced del toro, su caballo «Gasol» y la propia amazona. Había intentado poner un garapullo por los adentros, sin sitio, y el toro la apretó junto a las tablas. Menos mal que todo quedó en el susto. La joven rejoneadora se sobrepuso a la incidencia y logró que la plaza se la entregara en la faena. Mató de dos rejonazos de muerte y hubo de echar pie a tierra para descabellar.
En su segundo estuvo muy aseada. Con buena monta de «nevado«; «enamorado» y «rayito«, colocando banderillas a una mano. Hizo una buena suerte con «lupito«, templando bien la embestida del toro. Tras matar de rejón, recibió la oreja que paseó triunfal por el anillo de Olmedo.
En la lidia ordinaria tanto Marín como Ferrera estuvieron en torero, fajándose con los rabosos de los Hermanos Sánchez Herrero, con fe, sitio y torería.
En su primero, un toraco cuajado y hecho, Ferrera no pudo lucirse por la brusquedad del ejemplar, que además estuvo muy mal picado. Se vino arriba en banderillas y le hizo estar a tope, en prevengan y a la expectativa al buen torero extremeño. En el quinto de la tarde, mejor y de más temple que su primero, Ferrera estuvo entregado, con clase, y muy animado.
Tras acabar con su enemigo de un pinchazo sin soltar y una estocada caída recibió la oreja con fuerte petición de la otra.
Y vamos con el triunfador de la tarde, el torero catalán Serafín Marín. Muy bien con el tercero de la tarde al que desorejó por partida doble. Cimentó su faena con la mano izquierda, con temple, majeza y torería ligada. Tras perfilarse para matar, pinchó sin soltar y consiguió una estocada en el sitio, por lo que el público y la Presidencia le premiaron con las dos orejas que paseó triunfal y orgulloso.
En el veleto que cerraba la corrida y que recibió dos varas de las de recargar la suerte, tenía su pitón izquierdo de mejor compostura que el derecho. Sin embargo Marín sólo nos deleitó con una serie muy aplaudida por naturales, ya que entre lo largo que se había hecho la tarde y el compromiso siguiente ante los adolfos en Madrid, optó por perfilarse y estoquear a su enemigo.
En resumen, una buena corrida de toros mixta la celebrada hoy en Olmedo por sus fiestas patronales, con reses de los Hermanos Sánchez Herrero que resultaron bravas y nobles, el oficio de dos toreros cuajados, honrados y trabajadores y la doma y monta que completaba una señorita rejoneadora, Noelia Mota, que está alcanzando cotas muy importantes en el bello arte del rejoneo. Y con la garganta seca, pero satisfechos por el espectáculo visto, salimos de Olmedo camino de Mojados en donde mañana se despide de su tierra vallisoletana el torero Manolo Sánchez.
Ficha de la corrida:
Plaza de toros de Olmedo. Tres cuartos de plaza
Cuatro toros de Hermanos Sánchez Herrero, cuajados, nobles y bravos, aplaudidos en el arrastre y dos para rejones de los Hermanos Peralta, bravos.
Noelia Mota, ovación y oreja
Antonio Ferrera, aplausos y oreja y petición de otra.
Serafín Marín, dos orejas y oreja
Fotografías y reportaje gráfico: José Fermín Rodríguez
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