El domingo día 14, con motivo de las fiestas de la vendimia se programa en Rueda un festejo taurino del bello arte del rejoneo en el que torearán a caballo Paco Ojeda, el diestro que revolucionó en cierta manera el toreo en una época pasada y Eladio y Sergio Vegas, padre e hijo, que llevan en la sangre la afición por torear a caballo. Esta corrida en la que se lidiarán los ejemplares de Eladio Vegas, de encaste Atanasio (gracias Mª del Carmen), antes Torrestrella, pastan en los Expolios, una finca de la localidad vallisoletana, desde que en el año 2000 adquiriera el hierro de María Auxilio Holgado.
Sergio Vegas, a quien ha apoderado esta temporada Carlos Zúñiga, el empresario de Circuitos taurinos, tuvo un comienzo prometedor pero el rejoneador vallisoletano no ha tenido la continuidad esperada en las plazas de toros. Su rejoneo, explosivo, con fuerza y garra, de emoción y transmisión no ha culminado en el lugar que le corresponde.
Por su parte el diestro gaditano Paco Ojeda ha sido de los revolucionarios del toreo. Tenía un toreo de mando, pasmosa quietud, valor y cercanía, aunque de corta actividad en los ruedos. En 1994 debutó como caballero rejoneador y salió varias veces por la Puerta Grande de las Ventas siendo además considerado en Francia como un auténtico ídolo.
Tanto el rejoneador y ganadero Eladio Vegas como Paco Ojeda están ya más cerca de ser sexagenarios, lo que da un punto más de emotividad al acontecimiento, pues personas ya provectas en edad, dignidad y gobierno más parece que debían dedicarse a otros menesteres que al enfrentamiento directo con el toro, sea a pie o a caballo. Pero las cosas son como son y si ése es su deseo, todos debemos reconocerlo.
A quien sí quiero destacar es a Sergio, un torero hecho a base de esfuerzo y espuelas. Su trabajo es encomiable e incluso llegó a protagonizar aquel suceso noticiable de enfrentarse a un toro de Pablo Romero en puntas en la plaza de Granada, recibiendo una cornada que a punto estuvo de desgraciarlo para siempre. Sergio ha seguido con su preparación, con sus ganas y su afición a lomos de sus caballos y ello es merecedor de respeto y aplauso. Ojalá que algún día podamos contar y cantar el triunfo absoluto y la belleza del arte de su rejoneo en estas mismas páginas. De corazón se lo deseamos. De momento, el domingo día 14 en Rueda los aficionados al bello arte ecuestre y torero tienen una cita.
Foto: Fermín Rodríguez/Archivo
Deja una respuesta